NO TODO ES LO QUE PARECE

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PERCY POV

Me dirigía hacia el bosque para averiguar que había sido la causa de semejante luz, pero por desgracia tuve que adentrarme en una de las partes mas oscuras y peligrosas de este. Cuando después de un largo trayecto encontré el susodicho lugar ( cosa que no me costó mucho teniendo en cuenta el cráter de 2 metros de profundidad que había ), me dí cuenta que mas que un fogonazo de luz fue una explosión, o eso creí hasta después de un tiempo; pero eso es una historia que no contaré ahora. Entre la nube de polvo que había al rededor del cráter, pude distinguir un brillo en el centro, así que baje a ver de que se trataba. 

Una vez abajo, no sin antes haber tropezado y caer dorando, pude comprobar que el extraño objeto brillante era una piedra preciosa. Pero no una piedra preciosa cualquiera, noo, era un zafiro del tamaño de un melón de los grandes y verdes que te comes en la piscina o en la playa, pues así. Casi me caí de espaldas de la impresión, pues nunca había visto una piedra de ese tamaño. ¡ Santo Poseidón !, ese zafiro costaría un montón de dinero y seguro que lo publicarían en el libro de los Records Guinnes. Después de haberme recuperado de la sorpresa y después de pensar que haría si conseguía venderlo, recogí el pedrusco y cargué con el en dirección a la cabaña 3 evitando a todos los mestizos que me encontraba, pero no piensen mal de mí, yo no soy avaricioso( solo con las tortitas azules ), pues solo lo hice por que si algún mestizo ( los Stoll ), me veían con él intentarían robármelo ( los Stoll )

Cuando por fin llegue a mi cabaña, me encontré con una nota de Tyson que decía:

                             " Hola hermano, he tenido que irme al palacio de papá

                                pues necesitaba que le hiciera unos tridentes de broce 

                                celestial para decorar su sala de juegos. Como no 

                                estabas he tenido que escribirte esta nota.

                                Un abrazote.

                                Tyson. "

Al principio me sentí un poco apenado, pues rara vez tenía tiempo para estar con mi hermano debido a sus responsabilidades en las fraguas de los cíclopes en el palacio de mi padre, pero pensé que así sería mejor, pues no tendría que explicarle donde había encontrado el zafiro. Estuve un buen rato observando la piedra, que casualmente era de mi color favorito, hasta que llegó la hora de captura la bandera, mi juego favorito del mundo donde aparte del orgullo puedes perder alguna que otra extremidad si tienes la mala suerte de enfrentarte a cierta hija de Ares de cuyo nombre no quiero acordarme, pues todavía me dolía el trasero desde la última vez que me tocó enfrentarme con ella en un duelo cara a cara. así que me coloque mi armadura y mi casco, el escudo recién rediseñado por Tyson a contracorriente y salí disparado hacia la arena para reunirme con mi equipo, no sin antes haber escondido la piedra preciosa debajo de la cama.

Cuando llegué a la arena las cabañas de Hermes, Atenea, Afrodita y Apolo ya estaban allí, mientras que el resto de cabañas que formaban las rivales habían ido a esconder su bandera.

- ¿Me he perdido algo?.- Pregunté.

- No, pero llevas toda la tarde desaparecido. ¿ Dónde diablos estabas ?,- Preguntó Annabeth cabreada y a la vez preocupada.

- Bueno, lo importante es que está aquí para darles una paliza a los de Ares, ¿ no es cierto?.- Dijo Malcom para así evitar una posible pelea que yo perdería contra su hermana.

El despertar de una leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora