Capítulo XVIII

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Dos años después.

Tuvimos una boda muy feliz, al final no me puse nerviosa; los habitantes de ambos pueblos acudieron, no faltó ni uno, también la prima inglesa de Nicolás y su marido,¿recuerdas qué te dije que se casaba?Marta con sus padres adoptivos y su padre biológico, el rey Ricardo. El padrino de bodas a petición de Nico fue el hermano de Jennifer, el inglés y la madrina fue efectivamente mi querida Marta.

El acontecimiento se hizo en una casa de verano del padre de Nicolás y se celebró con un gran banquete, los invitados comieron de todo lo que quisieron todo el tiempo que les apeteció. La tarta fue...impresionante, tenía tres pisos y cada uno era de un sabor distinto: el más alto de simple bizcocho para celiacos con capas de crema de chocolate, el segundo era de Red Velvet y el de abajo, el más grande de brownie con pepitas de chocolate y toda ella estaba cubierta de chocolate y fondant blanco; alrededor de la tarta había pequeños trozos del bizcocho de cacao como el de la tarta, magdalenas para los que no podían tomar leche, galletas sin azúcar para los diabéticos y piruletas para los niños.

Al final el vestido quedó perfecto, tal como me había imaginado, Graciela era una artista "de diez". Por supuesto me puse el collar que me dio mamá y todos me preguntaron donde donde lo había comprado.
Los zapatos eran magníficos, no me molestaron en toda la noche y Nicolás iba...G.U.A.P.Í.S.I.M.O.
el traje le quedaba estupendamente y en la solapa descansaba una preciosa rosa de color roja cómo las que vimos en mi jardín cuando éramos novios.

Una montaña de regalos se buscaba sitio en el salón enfrente de la pista de baile donde los presentes no dejaron de bailar ni de cojer bebidas de una barra con todo tipo de ellas.

Después de la ceremonia Nico me sacó a los jardínes y estuvimos paseando y hablando de nuestras cosas como en los viejos tiempos.

Lamentablemente mamá murió tres semanas después de la boda, de eso hace ya casi un año y medio, pero se fue en paz, por lo menos estuvo en mi boda y me vio feliz como nunca lo había estado antes.

Mi marido accedió a vivir en mi palacio, algo que le estraré agradeciendo por siempre.

El viernes era el día de las visitas al abuelo Ricardo y a la tía Marta que estaba comprometida con el mayordomo de su palacio, ¿¡qué cosas eh!? Los lunes a las once tocaban la clases de piano, tanto Nicolás como yo queríamos que nuestros niños fueran virtuosos,las tardes de juego serían todos los días a partir de la seis en los jardínes donde nuestros futuros hijos jugarían y se divertirían como nosotros lo hicimos...y hablando de niños...¡nosotros estabamos esperando uno! Su habitación sería el cuarto de invitados en el que antes dormía Nicolás; si fuera una chica se llamaría Sofía y la habitación sería de color rosa,con las cortinas de flores, la alfombra malva como la de mi habitación y la cuna sustituiría la cama. Si fuera chico se llamaría Andrés y la habitación sería igual pero de color azul. Nicolás quería una niña,pero yo en cambio un niño.

Esto te lo cuento a tí ,papá, para que estés donde estés puedas verme, imaginarme, saber todas las cosas que he hecho durante todo esto tiempo, mis mensajes con mi amado @mi príncipe azul y mis travesías de espía;mis encuentros secretos y románticos en nuestros jardínes, la prueba de mi vestido...

Me separé un poco del ordenador para cruzar las piernas, guardé el Word y abrí mi correo por última vez (porque obviamente ya no lo iba a necesitar más) y escribí.

A mi @mi príncipe azul.
Eres una persona increíble, te quiero y simpre lo haré,ya lo sabes; desde que me mandaste ese mensaje, el primero, me hiciste feliz, me hiciste ver que en el mundo hay algo más que las cosas materiales, que los vestidos de princesa, que las joyas, los zapatos...que TODO; me hiciste ver que lo más importante en el mundo es el amor, cualquier tipo, el amor hacia una madre, una amiga, un padre,un novio...Gracias por todo, por haber escuchado mis quejas, por haberme atendido y consolado, por haberte reído cuando yo me reía, por haber llorado cuando yo lo hacía, por estar ahí siempre aunque hayamos tenido nuestros problemas y nuestros encuentros (esto ya no lo digo sólo por la relación que teníamos mediante Internet).
En fin, creo que no me dejo nada, supongo que eso es todo lo que quería decirte, sólo necesitaba que tú supieras lo que has influido en mí, como me has cambiado (a mejor claro).
Y por última vez...
¡Te quiero @mi príncipe azul!

@Isabel354

Tu Isabel, tu querida Isabel.

@MiPríncipeAzulWhere stories live. Discover now