Capítulo XVII

14 2 0
                                    

Tardé unos minutos en asimilar las palabras de mi novio.

Lo acaba de admitir...lo acaba de admitir...ufff respira...vale, creo que ya está.

Me aclaré la garganta, tomé aire y le pregunté con un hilo de voz:

-Asi que...¿eres tú enserio?

-Si, ya te lo he dicho, ¿cuál es tu usuario?

-Nico, yo soy con la que has estado hablando todo el tiempo, mi nombre es @Isabel354.

-¿Enserio?¿Por eso cuando quedamos por e-mail y pensamos que ninguno se había presentado en la cita...estabamos equivocados?-Se rió aliviado.-Si que viniste...estuve a punto de decirte mi propósito de esa noche pero...no encontré fuerzas, se te veía tan feliz que no quería herirte. La verdad, me alegro de que fueras tú, estaba enamorado de dos personas al mismo tiempo, decidí que lo mejor sería dejar de fantasear y bajar al mundo, poner los pies en la tierra y dejar a ese amor platónico, continuar mi vida, pero hacerlo bien, con esa persona con la que estaba decidido vivir, pasar mis últimos días con ella, contigo, cariño.-Una lágrima traviesa cruzó mi mejilla, él me puso la mano sujetándome la barbilla y me quitó la gota con su               pulgar.-Isabel, te quiero a tí, quiero que sepas que tú has sido mi razón de vivir. Isa...-Se puso de rodillas y sacó de su americana una preciosa cajita roja de terciopelo, la abrió y mostró un precioso anillo de oro amarillo envuelto en una larga hilera de diamantes y me preguntó.-¿Me harías el grandioso favor de casarte conmigo y convertirme en el hombre más dichoso del mundo?

Me levanté de la cama y le cogí de las manos para subirle también a él.

-Por supuesto.-Sonreí.

Él me sujetó por la cintura y me dio un abrazo acompañado de un beso y me colocó la joya en el dedo anular de mi mano derecha.

-La verdad, no tenía pensando pedírtelo en tu habitación, es muy poco romántico pero...como la otra vez nos interrumpió tu madre y ahora yo no podía aguantar las ganas...-Rió entredientes.-Bueno,-suspiró-te...te dejo que te asees para la cena.

Asentí y me quedé ahí paralizada en el sitio, viéndole marchar.

Me senté otra vez en la cama con mucho cuidado, estaba temblando, no es que tu viera miedo de Nicolás, ni del compromiso pero...todo ha sucedido muy rápido, esta mañana estaba sola y ahora ya tenía hasta alianza.

Llamé a Marta desde la puerta de mi cuarto y enseguida acudió.

-¿Necesita algo majestad?-Dijo sofocada.

-Hablar contigo, ven pasa. He estado hablando con Nicolás,aunque no de eso...

-¡Oh estan prometidos!-Exclamó cogiendo mi mano.

-¡...no lo grite por favor!...-No pude contener la sonrisa, todos los inconvenientes se habían resuelto por sí solos- en fin, a lo que iba, siéntate en el ordenador por favor, he estado investigando y esto es lo que he descubierto.

Se tomó un tiempo para leer todo y yo me senté en la cama para esperar, desde ahí pude ver como se ponía a llorar sólo que lo hizo en silencio, enseguida me levanté para cogerla de los hombros y abrazarla, ella me cogió la mano derecha; he de decir que se me hacía extraño el llevar un anillo.

-Leelo tranquilamente, voy a ver como esta mi madre.

Asentió.

-Me parece que ya ha despertado.

Salí corriendo,bajé las escaleras taconeando fuerte y me dirigí a la habitación de mamá, me estaba esperando.

-Hola cariño, ¡menuda mañanita eh!

@MiPríncipeAzulWhere stories live. Discover now