Capítulo IV

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Los caballos ya estaban enseillados.

Me ayudó a subir a la silla,me cogí la mano, fue como si pudiera rozar las nubes, unas nubes de algodón, eran suaves 

Él montaba majestuosamente y yo no podía igualarle.

En cuanto nos hubimos adentrado en el bosque empezamos a hablar.

Pero el sol ya se estaba poniendo y tenía que irse a su casa.

Estaba muy emocionada porque por fin podía contarle a @mi príncipe azul todo lo que me había pasado.

Al entrar por la puerta de casa mi madre y el rey Ricardo nos anunciaron que acaban de tener una grandiosa idea: iban a invitar a todas las personas de nuestro reino y del de Nicolás para celebrar nuestro enlace.

¡El sábado por la noche,osea mañana!

Así los plebeyos tendrían la posibilidad de felicitarnos y de darnos los presentes.

Nico y yo nos mirábamos de una forma incómoda y con una mirada asesina a nuestros respectivos padres.

¡Pero a quién se le ocurre!

Mantuve el tipo y me despedí de cada uno de nuestros invitados con dos besos. Nicolás olía a un aroma muy varonil.

Nada más se fueron le comenté a mi madre que me iba a la cama sin cenar pues a las diez de la noche extrañamente no tenía apetito.

-Cariño,no te disgustes, será una noche magnífica.-Me dijo acariciándome el brazo.

-Mamá,me parece un buen plan. Le di un beso y me subí a la habitación.

Me puse el camisón de tul rosa pálido, encendí la pantalla y mientras se cargaba me lavé los dientes.

Miré a ver si "mi ciber-cita" estaba conectado pero,no era así.

Pasaban las horas,quizá estaba cenando,o quizá se había olvidado de mí. Decidí enviarle un mensaje a pesar de que no me contestara. Le conté que todo iba a cambiarme pero no le dije nada del baile, si era del reino me diría  algo y así estaría más cerca de saber su identidad. 

Me tumbé en la cama de un salto una vez lo madé y empezé a recordar todo lo que me había pasado hoy y como sería casarse con un príncipe y vivir con el y...en un futuro,pues,formar una familia,supongo. Me imaginaba unos niños vestidos con los mismos colores que las niñas y una figura oscura cuidando de ellos en el jardín y yo estaba de espaldas contemplando la escena.

Tras largos 5 minutos de espera decidí apagar el ordenador e irme a dormir.

Pero nada mas levantarme para apagarlo a la pantalla del ordenador se encendió anunciando un nuevo mensaje.

Me senté corriendo en la silla con ruedas y abrí el e-mail, tenía el corazón a mil,nunca antes me había pasado, ¿era esto por el echo de poder hablar sobre Nicolás con alguien?

Era él,la persona con la que había estado hablando todo este tiempo,mi confidente,no le ocultaba nada,nada excepto lo que era y lo de la boda,no veía el momento de decírselo.

-Buenas noches princesa.

-Mmmmm,buenas noches,pensé que no me hablarías.-Escribí rápido por miedo de que se desconectara.

-Jamás dejaría de estar contigo,pero lo cierto es que acabo de llegar a casa después de una fiesta en casa de unos amigos.

Pasaron dos minutos de silencio sepulcral.

-¿Isa,te encuentras bien?

-Estaba pensando,¿a tí te apetecería que nos viéramos?-Le pregunté.

-La verdad...sí,sueño con verte y poder tocar tus femeninas manos; porque,¿eres una chica no?

-Jajaja, sí,soy una chica, y ¿tú eres un chico,verdad?

-Afirmativo.-Hizo una pausa.-Sí tu quieres verme y yo quiero verte que te parece si nos vemos en el baile de tu tocaya?

-¿Mi tocaya?-Pregunté extrañada.

-Sí, no sabes que la princesa Isabel celebra una fiesta a la que todos,incluso plebeyos pueden ir?

¡Es del reino!

-Cierto,¿entonces nos vemos ahí?-Me hice la interesada para no descubrirme.-¿Qué día es?

Aunque ya lo sabía.

-Este sábado,nos encontraremos en el manantial en la casa de la princesa,¿te parece bien?

No me extrañó que supiera lo de la fuente porque en varias ocasiones los ciudadanos habían venido a visitar el palacio.

-Sí.¿Qué tal tú en tu fiesta?

-Bueno,la verdad es que no era exactamente celebración en ese sentido de la palabra,ha sido algo más parecido a una cita. He conocido a una chica increíble,lo cierto es que me cae muy bien y es bastante guapa.

Me desanimé y por una extraña razón algo me dolió en el pecho,pero no quería irme a dormir aún así que empezé a bromear.

- Bueno, bueno...¿Y para cuándo la boda?

-Jajaja.-Pareció entenderlo.-Pues para muy pronto,no te preocupes te invitaré.-Me envió un guiño.

-Pero recuerda que tenemos que esperar a que nos veamos el sábado por la noche.

-Cierto,cierto;entonces ¿nos veremos mañana?

-Sí,bueno,son las doce,y no he cenado;voy a ver si pillo algo del frigo;te dejo.-Me excusé, aún me sentía un poco dolor ids.

-Que descanses.-Casi pude oir como salian las palabras de su boca.

-Igualmente.

Apagué el ordenador y bajé las escaleras;Marta,mi ayudante estaba terminado de limpiar los platos de la cena de mamá.

-Buenas noches Marta.

-Buenas noches,pensé que estaba dormida ya.

Negué con la cabeza.

-Marta,¿cuántas veces tengo que pedirte que no me llames de usted...

-Lo siento.

Le besé en la fría y sucia mejilla,tenía un año menos que yo,era una niña,pero aún así le quería como si fuera mi hermana.

-Shhh.-Le giñé un ojo mientras cogía un trozo de bizcocho que había sobrado de la comida, me fui a la habitación y con un ligero movimiento de cabeza me despedí de ella.

Al llegar a mi cuarto ya había acabado de comer;me tiré en la cama y caí rendida el día había sido muy largo.

@MiPríncipeAzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora