Capítulo XV

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Nada más despertarme me duché y me puse un vestido de corte circular, abrí la ventana y salí al balcón, el aire me azotó el pelo y mi piel dorada.
Entrecerré los ojos porque el sol me daba de lleno.

Miré hacia abajo pues un sonido me sobresaltó, sonaba como una sirena de policía pero al mirar me di cuenta de que era una ambulancia que entraba por la puerta exterior de hierros guardada por dos soldados.

¿Tan mal está mamá?Marta sólo dijo que se encontraba peor que de costumbre,un simple dolor de tripa...

Bajé a prisa las escaleras y al pie de ellas me encontré a Nicolás.

-Tranquila.-Me abrazó con sus fuertes brazos.-Ve a desayunar, ahora te lo cuento todo.

Negué con la cabeza y él rió entre dientes.

-Bien...después te saco a tomar algo.-Me tocó el pelo, yo seguía abrazada a él.-A tu madre le ha dado un mini-infarto, le van a tener en observación...-sonó la sirena de nuevo anunciando su marcha y empezé a temblar.-...ya verás como vuelve pronto.

-Disculpen, sintiéndolo mucho solo uno de ustedes nos podrá acompañar en la ambulancia...-Anunció un doctor que recién había entrado por la puerta principal.

-Ve tú con tu madre y dale un beso de mi parte,yo os seguiré con el coche.-Me dijo acariciándome la cara.

A la llegada nos dieron la habitación 105 que estaba en la planta de abajo, no la compartía con nadie por lo que los médicos nos ofrecieron asiento aunque sólo fuera por un par de horas.

Mamá estaba tumbada en la cama con un montón de cables alrededor, yo no pensaba que estuviera tan grave y además los doctores no nos decían nada de lo que estaba sucediendo.

Pasó una hora y seguíamos en la misma situación no teníamos ni idea de lo que le pasaba a mamá y el aire del cuarto empezaba a marearme, mis tripas sonaban y Nico me miró con unos ojos pícaros.

-¿Isabel?-Preguntó una voz ronca.

Me giré hacia la cama y ví que mamá había despertado tras el largo efecto de la anestesia.

-¡Mamá...oh mamá! ¿Estás bien, cómo te encuentras,te duele algo?-Me abalancé sobre ella y Nicolás me siguió.

-Si, si, estoy bien, no te preocupes.-Respondió ella jadeando y me abrazó con sus brazos débiles llenos de tubos.

-¿Isabel?-Volvieron a preguntar, pero esta vez provenía de la puerta.

-Soy yo.-Respondí entrecortadamente.

-Haga el favor de venir.-Un doctor robusto con surcos oscuros bajo los ojos indicando la falta de sueño.

Fui a hacia él temblando y Nico cuando pasé por delante de él me frotó la esapalda para que me tranquilizara.

Salí del cuarto cerrando la puerta después de mí.

-Como sabrás tu madre ha sufrido un infarto, pequeño, pero infarto,estos indican que va a haber más, por lo que nos gustaría tenerla en observación durante más tiempo, más de lo que habíamos pensando...

-¿Cuántas horas aproximadamente tiene que estar aquí?-Pregunté aún temblorosa.

-No te lo puedo decir con exactitud, hasta que vuelva a sufrir otro infarto y podamos darle la medicación.-Aseguró el especialista.

@MiPríncipeAzulWhere stories live. Discover now