Una vez salimos de allí, salía más preocupada de lo que había entrado. ¿Realmente estaba pensando en cambiarme de equipo? El Bayern Múnich era mi vida, ¿por qué iba a querer cambiarme? Quizás por mi mala relación con mis compañeras, entrenador... porque llevamos tres finales consecutivas perdidas en Champions, porque tengo a una competidora muy fuerte que me puede quitar el puesto... pero lo más importante, por...
-¡Erik Durm! -Gritó una chica que corría hacia nosotros-
Agarré el brazo de Erik asustada, pero lo solté al instante. Estaba tan metida en mis pensamientos que había olvidado que me encontraba caminando con Erik. El rubio me miró y esbozó una sonrisa mientras yo evitaba mirarle sonrojada. Agarrar su brazo se sentía incluso mejor que en mis pensamientos.
-¡Una foto! -Exclamó la chica-
Me tendió su iPhone en la mano y yo, algo molesta por las formas, tomé la fotografía. Casi obligó a Erik ponerse a su lado, agarraba su costado con tanta fuerza que podía notar el dolor de Erik y ver los dedos de la chica de color rojo. ¡Por favor, sólo es Erik Durm!
La chica agarró su móvil de vuelta arrancándolo de mi mano, por lo que me molesté aún más. Ahora hablaba con Erik sobre algo que no podía escuchar. Me mantenía apartada, ¿quién se creía que era para tratarlo así? Osea, ¿quién se creía que era para tratarme así? Pocos tiempo después, Erik se deshizo de la chica y caminó hacia mí.
-Adiós, zorra. -Dije entre dientes mientras se apartaba apenada de Erik-
-¿Eh? -Preguntó el rubio inocente una vez volvió a mi lado-
-No, nada. -Dije con mi mejor sonrisa-
Erik asintió y volvimos a nuestro camino.
-Sabes, lo he estado pensando. -Dije de repente-
Erik me miró y frunció el ceño.
-¿Lo de invitarme mañana a comer? -Preguntó entusiasmado-
Le miré extrañada y entonces rió. Dios, era demasiado cuando reía de esa forma.
-No, eso no. -Reí- Si me lo pides alomejor me lo pienso. -Dije como indirecta-
Asintió entre risas y volvió a prestarme atención.
-Eso de fichar por el Borussia Dortmund, ya sabes. -Exclamé-
-Era una broma, no pensaba que ibas a tomartelo enserio. -Dijo impresionado-
-Lo sé, pero creo que es una buena idea.
-Si me permites darte mi opinión... -dijo pensativo- tu relación con el club no es del todo buena, así que creo que salir de allí cuanto antes podría hacer que mejores y crecer futbolísticamente.
-¿Mala relación con el club? -Pregunté-
Le había contado cosas, pero no sabía si mis comentarios le habían permitido sacar esa conclusión.
-¿Ahora me vas a decir que los gritos que les pegabas a tus compañeras cuando acabó la final eran elogios? -Preguntó entre risas-
Joder, ¿también había visto aquello? Así que estaba pendiente de mí... Céntrate, Alex.
-Sí, bueno. -Reí- Eso no fue nada. -Dije sincera-
Erik me miró asustado y rió. Sí, Erik, soy una maldita bestia cuando me enfado, pero mírame, cuando no me tocan las narices soy adorable.
-Hablaré con el club y tomaré una decisión. -Dije convencida-
Erik asintió.
-Podríamos ir a entrenar juntos. -Dijo como visionando el futuro-
