Capítulo 4 -Propuestas

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Me mantenía callada y escuchando la música que Erik había puesto. Estaba nerviosa, otra vez esa sensación cuando le tenía al lado. Íbamos por la mitad del camino cuando Erik se aclaró la garganta y bajó el volumen de la música.

-Bueno, si no hablas nada, me toca hacerlo a mi. -Dijo entre risas- ¿Qué tal la comida con tus compañeras?

Le miré y veía sus ojos azules conduciendo bajo la lluvia. Ahora entendía por qué había evitado hacer eso durante todo el camino.

-Bien, bueno, parece ser que anoche te vieron en el pasillo del hotel. -Respondí-

Erik asintió e hizo una mueca de desagrado que me causó gracia, por lo que ambos reímos sin sentido.

-Han estado a punto de subir y llamar a todas las habitaciones hasta que aparecieras. -Reí-

Erik pareció sorprenderse y entonces rió. Me encantaba cuando arrancaba a reír de esa manera.

-Espero que no con las mismas intenciones que tú cuando nos conocimos. -Exclamó tras varios segundos-

Erik giró el volante y entramos a un gran parking. Trataba de formar una respuesta en mi cabeza para lo que Erik acababa de decir, pero en mi cabeza sólo había imágenes del momento en que vi a Erik por primera vez. Le grité y le robé la gorra, y ahora, me daba hasta vergüenza hasta mirarle directamente a los ojos.

-Siento lo que pasó la noche del partido. -Dije mientras le observaba aparcar-

-¿Lo de la gorra y que casi me matas con la mirada cuando me reí? -Preguntó entre risas-

-Sí, eso. -Respondí avergonzada- Lo siento.

-No te preocupes. -Dijo sacando la llave del coche-

Erik abrió la puerta y yo le imité, estaba claro que no le importaban mis disculpas. Llovía con fuerza, así que Erik cerró el coche y ambos comenzamos a correr hasta el centro comercial. Nos paramos a la entrada y comenzamos a mirar las películas que podíamos ver.

-¿Cuál quieres ver? -Preguntó sonriente-

-Me da igual. -Dije tras encogerme de hombros-

-¿Otra vez me va a tocar a mi elegir? -Preguntó-

Asentí entre risas y Erik rodó los ojos. Tras estar cinco minutos proponiendo películas, a ninguno de los dos nos gustaba lo que el otro proponía.

-Jodidamente incompatibles. -Dije en voz baja-

-¿Eh? -Preguntó desde el otro lado-

-No, nada. -Respondí-

Erik frunció el ceño y asintió. Ya había comprobado la noche anterior que a Erik no le gustaba nada cuando decía ese tipo de palabras, y aunque trataba a toda costa de evitarlo, me era imposible.

-¿Fast and Furious 7? -Pregunté desde el otro lado-

Erik asintió convencido. Sabía que iba a aceptar, pero sería la tercera vez que le vería por mi parte. Total, por pasar tiempo juntos...

Tras comprar las entradas, nos sentamos en unos sillones antes de entrar a la sala. Nos manteníamos callados, por lo que supuse que dentro de poco Erik diría algo para romper el silencio entre nosotros.

-Y, ¿por qué querías verme? -Preguntó tras agarrar un puñado de palomitas-

La pregunta me pilló por sorpresa, por lo que pensé bien mi respuesta, cosa que se me hizo imposible, ya que los ojos de Erik me lo impedían.

-Sólo... quería verte. -Respondí-

Erik rió como de costumbre.

-A mi se me ha hecho imposible entrenar hoy. -Dijo acomodandose en el sillón de nuevo-

-¿Por qué? -Pregunté-

Ahora me tocaba a mi hacer las preguntas incómodas.

-Dormí muy poco, has estado en mi mente toda la noche y durante todo el día de hoy. -Respondió sincero-

Aplaudí a Erik en mi interior por su sinceridad. Jamás se me hubiera ocurrido decirle eso a una persona que conozco desde hace un día, aunque fuera la jodida verdad.

Me quedé sin palabras, por lo que reí como escapatoria. Joder, a mi me había pasado lo mismo.

-Pues esta será la última tarde que nos veamos, mañana volvemos a Múnich. -Exclamé nerviosa por su respuesta-

Erik asintió, diría que se lo esperaba. Se acomodó por tercera vez en el sillón esta vez acercandose un poco más a mi.

-Siempre puedes cambiar de equipo.
-Dijo entre risas-

Cambié de gesto totalmente y Erik rió, pero me mantuve seria.

-Jamás. -Dije con seriedad-

Erik lo notó y me dijo que sólo era una broma tras pedirme disculpas. ¿Cambiarme de equipo? ¿Al Borussia Dortmund? ¿Y librarme de mis compañeras? ¿Y poder ver a Erik todos los días? Abrieron la puerta de nuestra sala y ambos nos levantamos. ¿Y si me ofrecía al Borussia Dortmund? Podría empezar de cero con mi equipo, ya que mi relación con el Bayern no era del todo buena... Joder, ¡no! Eso era una autentica locura.

Nos sentamos en nuestros asientos y continuamos hablando, esta vez, sobre cómo le había sido imposible concentrarse en el entrenamiento de hoy. Trataba de que no se notara que no me sorprendía lo que contaba porque era justo lo que me había ocurrido a mi.

Una vez comenzó la película, continué pensando en el mismo tema. Ofrecerme al Borussia Dortmund, formar una nueva vida allí, lejos de los problemas con mi actual equipo. Cerca de Erik.

Completamente incompatibles (Erik Durm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora