【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】

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  〘Actualizada el 19/Ene/19 | 1:46 A.M.〙  


Llevaba un cierto tiempo en El Área y no había conseguido ningún amigo, era bastante raro a pesar de ser mejor de lo que aparento, siempre me mostraba tímida y asustadiza, a los pocos que les hablaba, no parecían me parecían de confiar. Hoy debía explorar el laberinto junto a mi compañero Minho, Ben hubiera estado con nosotros pero hace poco fue picado por un penitente y  seguro estaría en la finca siendo atendido por los Docs, son cosas que escuche por los jardines con el chismoso de Zart. 

—¿Qué sección recorreremos hoy? —le pregunté a Minho mientras en dirección al laberinto—

—La sección 7. —me contestó indiferente y cortante, no tuve más que aguantar el coraje y rodar los ojos—

—Está bien. —empezamos a trotar por algunos pasillos,dimos un grandioso recorrido por la sección, ambos callados y sin dirigir una mirada— ¿Te sientes bien?

—Claro, ¿por qué? Acaso haber venido no es más que suficiente. —Minho bebió de su botella y sólo me quedé observando, para ser un miertero amargado era muy guapo— ¿Tengo cara de penitente o qué? —negué varias veces y me giré—

—Tal parece que cara de amargado te sobra. —reí bajo y seguí caminando por la sección—

Al estar guardando las botellas de agua después del recorrido, escuchamos un repiqueteo cercano a donde nos encontrábamos, en seguida el moreno me miró exaltado al saber que era, podía imaginarlo, una criatura espeluznante, el famoso penitente se acercaba cada vez más a nosotros. Minho me indicó que debíamos empezar a correr por el pasillo de la derecha en donde iríamos hasta la puerta sur y en dónde estaríamos hasta que aquella cosa babosa se fuera para no arriesgar al resto del Área; comenzamos la huida por el camino trazado, llevábamos algo de ventaja y Minho corría victorioso de haber perdido a la tremenda babosa, los ruidos cesaron y eso hizo que su sonrisa se borrara inmediatamente. 

Nos acercamos un poco y juntamos nuestras espaldas, dimos vueltas fijos en nuestro lugar a esperas de que aquella cosa hiciera presencia de nueva cuenta; pasaron unos minutos infinitos, mi respiración se volvía acelerada y sudaba frío, Minho estaba igual o peor que yo, no solo se trataba de él, esta vez tendría que esforzarse por ambos. De un momento a otro volvieron los sonidos, dolorosos gritos que provenían de aquella babosa y qué me hacían temblar, quería gritar, escapar a como diera lugar y alejarme de toda esa experiencia para siempre, podría convencerme de jamás volver a entrar a ese lugar de nueva cuenta.

—No podemos quedarnos aquí parados a esperar el ataque de esa cosa. —susurró antes de tomar mi brazo y jalarme de un movimiento rápido hacia su lugar— No podemos permitir que eso entre al Área así que, tú lo vas a distraer y yo lo llevaré a la sección 3, ¿de acuerdo?

—¡No! Yo no quiero que ese monstruo me persiga y que me pase lo mismo que a Ben. —en mi voz se podía notar lo desesperada que me encontraba y él pareció notarlo—

—Tranquila, por algo estás con el experto. —su grandísimo ego se hizo presente y sentí ganas de estrangularlo— Anda, no debemos perder el tiempo. 

—Ya que. —me encogí de hombros y vi como mi compañero se empezaba a alejar, el terror me sucumbió, no quería enfrentarme a algo que es desconocido y que ha sido el causante de bastante daño a los larchos que han pasado por aquí, debí hacerle caso a Alby cuando me dijo que era peligroso ser corredora—

Hice algunos ruidos para atraer la atención de la máquina, estos fueron fallidos porque el laberinto se mantenía en total y absoluto silencio, mi miedo crecía y se desbordó al escuchar la caída de unas piedras, volteo hacia donde se escuchó el ruido y me encuentro con un rastro de baba verde y viscosa parecida a lo que vi hace rato, quise acercarme pero internamente algo me detenía, podría hacerle caso pero decidí arriesgarme, caminé unos pasos para estar más cerca y antes de que pudiera estar a la altura de esa cosa, empezó a hacer movimientos raros, retrocedí de a poco sin importar si caía, esa cosa estaba acercándose, sufriría lo mismo que el resto, ¿qué sería pasar por la transformación? No tardaría en averiguarlo. 

Entonces apareció mi egocéntrico compañero con un par de rocas en su brazo y desde uno de los muros las lanzó hacia la masa gigante, esta se alejó de mí y se escabulló hasta donde se encontraba el coreano, he ahí la mayor persecución que habíamos tenido, ni Alby era tan persistente como esta cosa; finalmente, y cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, salimos del laberinto.

—Se supone que tu lo ibas a distraer, ¿no? —dijo Minho enojado señalando lo obvio y quitándose un poco de baba verde que le había caído en el brazo— 

—Pero estamos vivos, eso es lo que importa. —comencé a caminar en dirección a la cocina, ya moría de hambre y mi merienda había quedado en aquella carrera por la supervivencia, Minho no mencionó nada, simplemente se fue a donde todos los días, a hacer anotaciones del laberinto y completar parte de las secciones antes de que lo olvide. Sartén me dio mi comida, machaca con huevo, por lo menos el resto del día no iba tan mal— 

C O N T I N U A R Á 

THE MAZE RUNNER  *imaginas*Where stories live. Discover now