Qué podría pasar cuando una maestra de Filosofía trae consigo años de soledad y un corazón de plomo?
Helena Johnson.
Profesora nueva de Filosofía en una Universidad en la pequeña ciudad de Baeza, ubicado en España.
En la universidad da clases par...
✨Segundo capítulo amores!!! Estoy tan feliz de que tantas personas han venido a leer este libro desde tiktok, les agradezco tanto por llegar y ser parte de esta nueva aventura. ✨
✨Espero les guste este capítulo, voten y comenten porque me encanta leerlos!! ✨
✨Posdata: hoy tendrán doble capítulo 🥰✨
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- Profesora... mucho gusto. Soy la profesora Elisa Regan. - se presentó una maestra pelirroja.
- Un placer, Helena Johnson. - asentí y ella extendió su mano en señal de saludo el cual respondí.
- qué tal estuvo el primer día? - se fue a la mesa central donde había gran cantidad de libros y papales por toda su extensión
- Nada mal, los alumnos no son tan malos como los pinta la directora. -
- si, algunos son una muy buena opción para poder plasmar buenas ideas. - coordinamos por lo dicho
- me sorprende que algunos no saben mucho sobre Filosofía. Pensé que el profesor anterior los tendría más amaestrados... tenía buen curriculum. - dije recordando lo que leí en internet sobre el profesor.
- si, bueno. Él se metió en problemas, y muchos se quejaban que porque era muy barco. - frunció el ceño
- pocos me impresionaron la verdad. Pensé que hallaría a alguien que de verdad supiera. -
- aquí la mejor estudiante de Filosofía es la señorita Diana Campbell. Ella ah representado varias veces a la escuela y es un honor tenerla como estudiante. Es super eficiente y entregada. - claro que la recordaba, sus ojos tenían un brillo autentico para olvidar esa mirada.
Un recuerdo vago para una Profesora como yo.
- Ya, bueno. Me voy, se hace tarde. - me despedí de la profesora y salí de ahí con mi bolso y algunos documentos.
En el camino pasé por un café ya que aún no tengo todo lo necesario para poder estar felizmente en mi casa. Apenas algunas cosas como lo básico. Cama, comedor, sofás, refri y estufa. Aún falta mucho por amueblar.
- muchas gracias señorita. - pagué el café y un baguette.
- a usted... vuelva pronto. - sonrió amable la chica y yo salí de la cafetería para ir a mi casa.
Toda mi vida eh vivido aquí. Menos el último año el cual estuve siendo profesora en Argentina, algo nuevo y muy interesante.
Decidí volver hace un mes por la salud de mi madre, quien desde que diagnosticaron a mi padre con cancer se la ha pasado llorando y eso la ah deprimido mucho.
Por eso volví pero esta vez, viviendo sola, empezando una vida en mi propia casa y ahora si por mis propios méritos.
Una vez llegué a casa me dirigí a la habitación donde me deshice de mis prendas, me dirigí al baño y tomé una ducha, preparé luego la tina para quedarme un largo rato, con velas de aroma a Lavanda que hicieron el momento más relajante.
