Capitulo 28.

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-Martina, necesito que se decidan de una maldita vez -Jorge entró por la puerta de mi oficina, estaba enojado porque aún no escogíamos un lugar para ir de vacaciones, los gemelos saldrán en una semana y sólo tienen dos libres.

-No soy sólo yo ¿Sabes? Mechi también tiene que escoger.

-¡Vamos! Tienes que escoger un lugar ¿Te gusta España?

-No quiero España. Tu sabes donde quiero ir.

-No vamos a ir a Los Ángeles -bufó.

-¿Por qué? -me puse de pie y camine hasta Jorge.

-Porque no quiero volver allí -gruñó.

-¿Escondes algo allá? -entré cerré los ojos- Te conozco Blanco.

-¡No escondo nada! Pero tienes que entender que las gemelas ya conocen allá, ¿Cuál sería la gracia?

-Bien -crucé mis brazos. Jorge rió y me abrazó.

-Sólo tienes que escoger un lugar -rió.

-¿Y si hablamos con los gemelos? Ellos dirán donde quieren ir y luego le preguntamos a Xabiani y las gemelas.

-Es lo mejor, creo.

-¿Los vas a buscar tu a la escuela?

-De acuerdo -amaba que siempre hiciera caso.

-Es lunes, tienen basketball.

-Tu vas a casa y luego yo voy con ellos.

-Sí -Jorge tomó mi rostro con sus manos y me besó.

-Estás muy linda hoy.

-Gracias -reí, ¿a qué había venido eso?

Jorge volvió a besarme y me puso contra la pared. Todo tiene sentido ahora.

-Muy, muy linda -sonrió.

-Gracias, Jorge.

-Bueno, creo que no entiendes -bufó y se alejó.

-Si entiendo, tonto.

-¿Entonces? -preguntó.

-No lo haremos hoy, menos en mi oficina.

-¿Y la mía?

-No.

-Oye, me estoy aburriendo de esperar -hizo pucheros.

-Que pena, tendrás que esperar unos días más -sonreí.

-¿Ah?

-¿Quieres qué te explique? -Jorge asintió confundido, se sentó en el pequeño sillón que había y yo en sus piernas.

-¿Tu me haces esperar porque quieres?

-Cuando uno es mujer, ciertas partes en ti cambian mientras vas creciendo...

-¡No, para allí! -tapó su cara con ambas manos.

-Entonces una vez al mes un amigo viene a visitarte -sonreí- Y Martina se pone muy gruñona cuando ese amigo viene -hablé con voz gruesa. Jorge comenzó a reír- Y lo que Jorge tiene que hacer es dejar de molestar a Martina con sexo porque sí lo sigue haciendo Martina pateara sus bolas ¿Entiendes? -sonreí.

-¿Por qué seguiste? dios que vergüenza escuchar eso -rió Jorge.

-Y si Jorge sigue riéndose de Martina, se pondrá más furiosa y... ¡Golpeara el trasero de Jorge!

-Para, estás loca -jorge se paró de la silla y movió su mano en forma de adiós.

-Martina se enoja mucho cuando la dejar hablando sola -grité.

Papá por Accidente.Where stories live. Discover now