Capitulo 25.

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-¿Estás bien? -León se acercó a mi antes de ir corriendo a la escuela.

-Sí -sonreí y besé su frente.

-¿Podemos hablar más tarde?

-Después del colegio vamos a jugar bowling -sonreí, estar con ellos se sentiría mejor.

-Aún así quiero hablar contigo -asentí y León salió corriendo.

Espero que Jorge no este hoy en la oficina, no quería verlo, si lo veía iba a llorar.

Aparqué el auto en el subterráneo del edificio. Tomé mi bolso y caminé hasta el ascensor.

-Buenos días señorita Stoessel -saludó Megan, hoy estaba con una extraña sonrisa en el rostro y espero no tenga relación con Jorge.

-Hey -la miré por un segundo y después camine hasta mi lugar.

Josh, el chico que nos traía café por las mañanas se quedó unos minutos hablando conmigo, era amable y siempre me traía un capuchino caliente.

Después llegó Mercedes por algo de Xabiani. Xabi era el abogado de las empresas Blanco y por ende, vino a hablar con Jorge, Mechi sólo se metió al auto.

Intenté no tocar el tema de ayer porque una pregunta llevaría a la otra y no quería recordar lo de Jorge. No estaba segura si ayer él estaba bien psicológica mente, de todos modos Thom era un buen psicólogo, quizás podía ayudarlo.

Estaba dibujando una rara forma de traje de baño, me encantaba mi trabajo. Levanté la cabeza y pude notar las rozas que Jorge me había dado. ¿Qué había pasado? Es bastante raro el cambio que había tenido. Trato de pensar en algo que haya afectado nuestra "relación" pero no encuentro nada. No sé porque me esfuerzo en encontrarlo, de todas formas no volveré a hablar con él si no es por los gemelos, él tenía que ir a verlos uno de estos días, un mes para los niños es bastante como para acostumbrarse a algo o alguien.

-Tini, ¿Estás bien? -preguntó Mechi tomando un sorbo de su café.

-Sí, es sólo que me siento mareada pero es normal, creo.

-Oh... ¿Quieres que llame a Jorge? así él...

-¡No! no lo hagas -tomé su brazo antes de que fuera.

-¿Por qué? En serio estás algo distraída y no sé estás rara.

-Estoy bien, sí.

-¡Cuéntame ahora lo que estás escondiendo! -chilló emocionada.

-No es nada, en serio Mer.

-¿Y cómo fue la cena? -odiaba cuando Mercedes era tan chismosa, aunque es mi amiga, tiene algo de derecho.

-¡Oh mi Dios! fue lo peor de la vida Mer... los gemelos llevaron sus animales asquerosos y la rata de Diego se escapó -Mercedes comenzó a reír- Jorge tuvo que pagar unas cosas que se rompieron en el restaurante, no sabía que hacer, y Cecilia con el resto de la familia se morían de la risa.

-¡Es broma! -rió aún más- ¿Qué más dijeron? ¿Que más hicieron? ¡Amo de esos gemelos!

-Yo no, necesito descansar por un tiempo y olvidarme de esos niños -toqué mi cabeza, esto estaba sirviendo de distracción- Tu deberías quedarte con ellos y yo irme... un día en el spa de esa vez...

-¡Que gloria! quiero volver también -se quejó- Podríamos dejar a los chicos de nuevo al cargo -sonrió.

-No, no lo haré. Jamás volveré a dejar a Jorge a cargo, es un asco en eso y los gemelos se aprovechan de él -sonreí, Jorge no era mal papá después de todo.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora