Capítulo 13

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-No, no entiendo -Diego negó varias veces con la cabeza.

-Diego es fácil -tomé el lápiz y escribí en la hoja- Todo número multiplicado por cero, es cero.

-¿Pero por qué? -dijo nervioso.

-Diego, no te importa el porqué sólo tienes que saber que un maldito número multiplicado por cero es igual a cero.

-¿Y si en el examen lo preguntan?

-Diego , sólo haz lo que mamá dice -gruñó León, igual de aburrido que yo.

-Pero si no se cómo es, ¿Cómo haré el examen? -tiro el lápiz lejos y se paró molesto.

-Entonces si te preguntan eso podrías poner que es imposible multiplicar un número con otro que no tiene valor -dije orgullosa de mi respuesta.

-¿Cómo? ¿Qué dijiste? -rompió una hoja de su libro y tomó el lápiz. León arrebató las dos cosas y comenzó a escribir.

El timbre sonó y corrí feliz hasta la puerta. Jorge estaba detrás de esta, con su típico traje de oficina y unas bolsas.

-¡Hey, traje hamburguesas! ¿Alguien quiere? -entró a la casa sin sí quiera saludarme. Caminé al sofá, tomé el bolso y lo colgué en mi hombro- ¿Por qué vistes así? -me preguntó.

-Iré a una cena de trabajo. Jorge te quedarás a cargo, recuerda la leche en un vaso y Diego tiene que estudiar matemáticas -dije con una sonrisa en mi rostro, estaba esperando esto hace bastante tiempo.

-¿Qué? ¿Una cena? -la expresión en su rostro cambió.

-Sí, de trabajo -me acerque a él para besar su mejilla en forma de adiós pero me detuvo.

-No irás a una cenas con ese vestido -me miró con furia. ¿Él estaba hablando conmigo sobre moda?

-No comiences -recordé automáticamente el cumpleaños de Isabella y el cambio de vestuario a último momento ya que Jorge no quería que fuera con un vestido tan corto. ¡Era tan idiota!

-Iré contigo...

-Ni lo sueñes Jorge. No Blanco, no te atreverías -caminé hasta la puerta con rapidez.

-¡Chicos, sus cosas y cuadernos, iremos donde Cecilia! -gritó tomándome del brazo e impidiendo que camine.

-¡Jorge, no!

(...)

Bufé enojada y salí de la Range Rover seguida por los tres hombres que arruinaban mi vida.

-Mamá te ves bien -dijo Diego a mi oído.

-Me alegro -respondí cortante.

-¿Qué hice yo? -preguntó sorprendido ante mi respuesta.

-Nada Diego, sólo no me hables, estoy un poco moleta -tomé su mano y caminamos hacia la puerta. Entonces, cuando la puerta se abrió, recordé que Cecilia no sabía lo de los gemelos y todo en mi cabeza dio vueltas.

-Ya sabe -dijo Jorge en mi oído como sí supiera lo que estaba pensando. Asentí y me aseguré que los niños tuvieran sus mochilas, tenían que estudiar.

-¡Hola León! -dijo Cecilia en cuanto abrió la puerta, miró ambos niños confundida y luego a Jorge.

-¡Cecilia! -Jorge extendió sus brazos para abrazar a su mamá.

-Soy Diego-dijo confundido Diego al ser llamado León.

-¿Martina? -llevó ambas manos a su cabeza como si tuviera que procesar demasiada información. Al parecer a Jorge omitió la parte de gemelos iguales y que yo era su madre.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora