Capitulo 12

13.5K 638 38
                                    

-Y básicamente dejó de respirar pero luego el doctor lo ayudó con eso mientras Diego lloraba de dolor y Jorge decía que tú lo matarías -terminó León.

-¡¿Estás tratando de decir que casi matan a Santa?! -grité enojada.

-No, él corrió solo y luego dejó de hacerlo y ahí supimos que algo estaba mal -dijo Jorge.

-Deberías irte -lo miré.

-¿Por qué? -dijo haciendo un puchero con el control del maldito juego en la mano, han jugado toda la tarde.

-Porque tú tienes casa y esta no lo es -dije seria. ¡Casi matan a Santa!

-Me has herido -se paró del sillón y tomó su chaqueta- Después no llores porque no vuelvo -dijo de broma despidiéndose de ambos niños.

-Estoy acostumbrada a eso, ahora vete -apunté la puerta.

-¿Adiós? -dijo acercándose a mí.

-¡Vete, Jorge! -grité.

-Sí, sí...-dijo caminando hacia la puerta y saliendo por fin detrás de ésta.

-Ustedes dos -apunté a los gemelos- A su habitación, están castigados por mentir -sonreí con malicia.

-¿¡Por qué!? siempre te mentimos y nunca nos castigado -dijo León recibiendo un golpe de Diego. Miré mal a mi agresivo hijo y me senté en el sofá con el esmalte de uñas en la mano.

-Castigados entonces por no saber mentir -los miré.

-Agh, eres imposible -gruño Diego tocándose la cabeza y haciendo una mueca. Él ni sentía dolor sólo se quería quedar acá- ¡Fue un accidente de Jorge ! Vamos mami, déjame jugar.

-A tu cuarto -León bufó y comenzó a subir las escaleras seguido por Diego que me miraba con odio.

(...)

No dejaba de tocarme, él me hacia sentir un placer único e inigualable. Oh mi Dios... llegaría tan pronto, estaba tan lista, él me tenía tan lista que oh... creo que moriré. Nuestras caderas chocaban al compás de la música que se escuchaba en la habitación. Siempre quise hacerlo con música y lo estaba haciendo. Con él, con mi único. Lo miré y comencé a ver estrellas, miles de luces me hacían entender que ésto era más del placer que alguien puede obtener. Subí mis piernas y junté mis pies por arriba de su cintura, atrayéndolo hacia mí y haciendo ésto cada vez más bueno. Llegaría y oh mi Dios faltaba tan poco para llegar al espacio.

Abrí los ojos asustada. ¿Qué mierda había pasado? tenía los puños enrollados en las sábanas y sudada era poco para como me encontraba. ¿Acababa de tener sueños calientes con Jorge ? Mierda, no los tenía desde el embarazo y eso sólo puede significar una cosa. 


Lo deseo.


¿Cómo aún me puede afectar verlo? ¡Han pasado nueve años!

Sin ningún hombre o relación.

Sí... pero eso no importaba ¿Verdad? Yo ya lo había superado ¿Qué me pasó?

Eran las cuatro de la madrugada y me sentía cansada. Era como si de verdad hubiera hecho eso con Jorge. Mi cara ardía, tenía vergüenza de mi misma y no sabía que hacer al respecto. Al no tener novio o algo así, despertar así en las noches no era para nada bueno, menos cuando antes de los gemelos tenía una vida sexual tan... activa por así decirlo. ¿Cómo no? Jorge  prácticamente me obligaba a hacerlo en todos lados. Incluso en el armario del conserje. Que recuerdos.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora