Yo soy la asesina

Capítulo 27- Claire y Jack

- ¿Puedo ayudarte?-su voz es dulce y se nota que quiere ayudarme, creo que es la primera vez que veo a alguien con tanto dinero así de amable.

- ¿Podrías decirme donde está la biblioteca? Nunca he estado por esta zona y ando un poco perdida.

-Claro, sigue por esta calle todo recto y cuando llegues a comisaria gira a la derecha, las veras al final de la calle.

-Muchas gracias. -le sonrío para ganar un poco más de tiempo y que se fije en mí, y creo que lo consigo, porque no me responde con el típico "de nada".

- ¿No te he visto antes? Tu cara me suena, y mucho.

-Lo dudo mucho, pero igual el nombre ayuda, soy Alice Anderson, ¿Y tú?

-Claire Anderson, que coincidencia, ¿No?-que ingenua es la pobre, aquí solo hay una familia con el apellido Anderson, la nuestra.

-Sí, una coincidencia.

-Pero... tengo una duda, ¿Por qué te pareces a mi tía?

- ¿Qué tía?

-No la conocí, murió...

- ¿Cómo se llamaba?

-Pues... se casó con mi tío así que es Anderson... se llamaba Sarah, Sarah y John Anderson.

-Mis padres...

- ¿Qué? No, es imposible.

- ¿Qué es imposible?

-Que tú seas su hija, ellos murieron.

-Los mataron cuando yo tenía siete meses.

- ¿M-mataron?

-Si...

-N-no, no puede ser.

- ¿Por qué no?

-No tuvieron ninguna hija, mis padres me han dicho que no tenían hijos.

-Os mintieron.

-No me mentirían, nunca.

-Bueno, te diré la verdad, me secuestraron cuando mataron a mis padres John y Sarah.

- ¡No! ¡Mientes!

-No miento, no me parecería tanto a mi madre si no fuera su hija, ¿no crees?

- ¡Tú no eres mi prima! ¡Yo no tengo ninguna prima! ¡No te inventes cosas!-sí, reacciona de una forma muy distinta a la que pensaba, creía que se asustaría o algo así, no que se pondría a gritarme que me lo invento.

-No me invento cosas.

-No tengo una prima, si la tuviese me lo habrían dicho.

-Todavía eres pequeña para entenderlo, es normal que no te lo hayan dicho.

-Me lo habrían dicho, y si no mi hermano mi hermano lo sabría.

-No lo creo, sois muy pequeños.

-Mi hermano lo habría averiguado.

-Igual lo sabe pero no te lo ha dicho.

-Pues se lo preguntamos. - ¿Cómo que se lo preguntamos? Se gira hacia la puerta del instituto y veo como se acerca un chico de su edad, con el mismo tono de pelo castaño y los mismos ojos marrones chocolate, se nota que no juega a ningún deporte, su ropa, por muy cara que sea, lo hace destacar, a mí me da la sensación de que más que popular es objeto de burla, pero las apariencias engañan, llega a nuestra altura sin mirarme siquiera y mira a su hermana.