Ella asiente, aunque sé que sus ojos guardan más temor del que se atreve a poner en palabras. Le acaricio los nudillos con el pulgar hasta que respira un poco más tranquila.

—Lo prometo, Suki —dice al fin, sonriendo apenas—. Cambiemos de tema —murmura, tomando un sorbo de agua—. Cuéntame, ¿las cosas con Jungkook están mejor?

Suspiro, soltándola despacio.

—Lo estoy intentando con todas mis fuerzas. —Me río, pero suena más resignado que feliz—. A veces siento que es como sostener agua con las manos... pero intento no dejar que se me escape.

Woonie niega, divertida.

Mi teléfono vibra y solo leo el mensaje por encima.

💬
Jungkook:
Podria decir que medi tu cintura con el ancho de mis manos. Pero no la habia tocado hasta la otra noche... asi que solo tengo buen ojo  😏

Parpadeo y abro los ojos para ver si me equivoco en algo al leer, pero no.  Estúpido Jeon Jungkook.  No puede tomarse nada en serio.

dejo mi teléfono de lado y le doy la vuelta. Luego lidiare con el pienso pero Woonie lo trae de nuevo a nuestra conversación.1

—No puedo creer que el diseño de tus vestidos hayan estado a cargo de él. Nunca imaginé que Jungkook se involucrara tanto.

—Créeme, yo tampoco

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—Créeme, yo tampoco. Pero es mi culpa. Le delegué la tarea de organizar todos los pormenores de la boda con tanto desprecio... sinceramente pensé que le fastidiaría la idea y, sin embargo, debo reconocer que me ha sorprendido. No solo con los vestidos. La ceremonia, la recepción... está todo elegido con muy buen gusto y pensado para agradarme —admito, encogiéndome de hombros—. Las flores, la comida, los postres... incluso la climatización del lugar está pensada y considerada para mi comodidad.

La miro de reojo y ella está igual de sorprendida que yo.

—¿Tú le diste algunas directrices o solicitaste cosas específicas?

—No, no le dije absolutamente nada...

—Entonces quiere decir que Jungkook... te conoce demasiado bien. ¿No crees?— si... pareciera que el idiota conociera incluso todos mis rincones pienso amargamente.

—Sí. Al parecer, incluso hay detalles que intuye antes o mejor que yo. Eso... me asusta un poco.—confieso.

—¿Por qué? ¿No es más bien algo bueno?

—Es que yo no sé nada de él, Woonie. O mejor dicho... me he negado a tratar de conocerlo. Y con la lucidez que tengo hoy sobre este compromiso, pienso que podría haber gastado más energía en tratar de sobrellevar esto... que en odiar a Jungkook.

—Pero nunca es tarde —dice Woonie, con suavidad—. Puedes empezar ahora, ¿no crees?

—Sí, eso intento. Créeme. No quiero compartir la casa donde voy a vivir con alguien que no soporto en absoluto.

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