Metanoia
Suk Rae tiene el futuro trasado.
Un apellido poderoso, un destino corporativo ineludible y un matrimonio arreglado con Jungkook, el hijo perfecto para cerrar la alianza entre dos familias millonarias. Pero hay algo que no estaba en el guio...
—Lo siento, claro que si. Es... hermoso.— digo mirándome en el espejo— Creo que ni siquiera yo lo habría escogido mejor.
—En realidad, este vestido no pertenece a ninguna colección. Zahir lo creó exclusivamente para usted.
No puedo dejar de mirar cada detalle en el espejo.
—Unnie, en serio pareces una princesa —dice Woonie, con los ojos brillantes, mientras me ayudan a quitarme el vestido.
—Igual que tú cuando te casaste.
—Por favor, deja la modestia. Concéntrate en ti y en lo especial que es esto.
Nunca me habría imaginado usar algo así, pero tampoco le cambiaría nada. Incluso el velo tiene bordadas y apliques de mis flores favoritas. Es exquisito...
—Si está de acuerdo con todo, y el calce esta bien, podemos probar el siguiente.— dice haciendo una señal y las asistentes empiezan a moverse a mi alrededor.
—Siguiente... ¿Cuál siguiente?
—Este vestido es para la boda tradicional y iglesia. Tenemos otro para la recepción y la fiesta.—
—No... creo que sea necesario. Me quedaré con este.— sugiero. Tener dos vestidos me parece demasiado.
—Por favor, insistimos. También está listo.
Lo dice, y enseguida sacan otro vestido. Es igual de hermoso.
—Suki, pruébatelo. No sabes cómo hubiera querido haber pensado en esa opción —dice Woonie.
—Tu vestido era un sueño, Woonie. A mí me encantó.
—Sí, pero en la recepción me costaba concentrarme, pararme, moverme... Pruébatelo.
Alzo las manos, resignada, y enseguida empiezan a desvestirme.
Me ayudan a ponerme el otro vestido y me calza perfecto. No hay nada que ajustar. Me miro en el espejo y niego con la cabeza, incrédula. Caigo en cuenta de que falta menos de dos semanas para la boda.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Me agacho, miro mi mano, el anillo de diamante ovalado brillando bajo las luces blancas del probador... y entro en shock.
Es como si el aire se hiciera más denso. ¿De verdad voy a casarme? ¿Con Jungkook? ¿Voy a caminar hacia un altar con su nombre grabado en cada flor, en cada mesa, en cada uno de estos vestidos?
Acaricio el anillo con la yema del dedo, Es tan hermoso... tan frío... tan ajeno.
Intento respirar hondo, pero algo se enreda en mi pecho. Pienso en la fiesta, en todos los que van a verme caminar hacia la culminación de mi libertad...
—Unnie... —escucho a Woonie detrás de mí, su voz como un eco lejano—. ¿Estás bien?
No respondo. Solo sigo mirando el diamante. Tan brillante. Tan pesado.