Padre por Accidente

Capítulo Siete

Michael

-¡Hola, elfo!-dice mi gruñón padre a la puerta de su casa, cargando a Cass. Es curioso que sólo con Cassandra se comporte, siempre echa mierda a todo quién se le cruce en el camino.

Saludo a mi papá y me adentro a la casa para buscar a mamá. Ella se encuentra en la cocina preparando un agua de no sé qué.

-Hola, ma-digo abrazandola y dando un beso en su mejilla.

-Hola, Mike. ¿Dónde está mi princesa?

-Ya sabes, papá la tiene capturada entre abrazos.

Mamá hace una mueca de desaprobación y continua haciendo el agua mientras le ayudo a menear la comida que estaba preparando. Hoy es sábado y mi mamá nos ha invitado a comer como casi todos los sábados, también vendrá Chris, mi hermano mayor. Él junto con mi papá no dejan a la pobre Cassandra respirar un momento. Cuando ella era una bebé siempre competían y apostaban por la atención de mi hija, claro que la mayoría de las veces ganaba Christopher, pero sólo porque a Cassie le gustaba agarrar sus lentes. Cuando eso pasaba mi papá se soltaba diciendo palabrotas a Chris mientras él sólo lo retaba más al tiempo de reírse.

-¿A qué hora llegará Chris?-pregunto, rompiendo el silencio entre mi mamá y yo.

-Un poco más tarde, los sábados también le toca trabajar.

Mi mamá a la hora de cocinar siempre se concentra mucho, como si todo lo demás no existiera. Cuando éramos pequeños, Chris y yo veíamos a mamá cocinar silbando una canción, siempre la misma, hasta la fecha. Mi mamá es admirable y muy fuerte. Y mi padre está perdidamente enamorado de ella, aún que él sea un cascarrabias, cuando Joanna (mí madre) le dice que pare, él parará sin reclamaciones.

En un rato más la comida ya está lista y nosotros hambrientos porque el maldito Christopher no aparece.

Nos encontramos en la sala de estar de la casa de mis padres, Cass esta sentada con mi papá y yo cómodamente sólo, mi mamá en frente de mí.

-Abuelita Jo, me voy a meter a una escuela de baile-dice mi hija sonriendo.

Mi mamá la ve confundida y luego me mira a mí, y lo hace como unas cuatro veces más.

-¿Tu papá te dejó, cariño?-pregunta mi mamá al fín.-¿Que no la querías meter a hacer un deporte?

-¿Por qué dudas de mí, mamá?

-No es que dude de ti, sólo que se me hace increíble que la hayas dejado.

-Sí, mamá, sí es verdad, Cassie bailará-digo.

Entonces, mi mamá cambia de cara a una de emoción. Otra de las cosas que le gusta a mi mamá a parte de cocinar es bailar. Ella bailaba, no daba clases pero sí las tomaba hasta un poco antes de que ella se enterara de que yo iba a nacer. Y sigue amando bailar, de eso no hay dudas, porque creo que suelta unas lágrimas con la noticia de Cassandra.

-Mi niña, que bueno-besa a mi hija en la frente constantemente.-Que bueno que tu padre al fin te dejara, es tan terco.

-Es que lo convenció la maestra-suelta mi hija-creo que se gustan.

Mi hija me ha traído problemas, ahora no me dejarán dar un respiro preguntando como es ella, porque me gusta y bla bla bla.

-No me gusta, es guapa pero no.

-¿Quién te gusta, hermanito?

Mi vida tranquila llegó a su fín, con Chris atormentadome de preguntas. Chris llegó a mi lado después de saludar a todos y cargar a Cass con él. Se sentó a mi lado con Cass sobre sus piernas.