Capítulo Tres

17.5K 1.2K 19
                                    

Michael

Las 2:00 de la tarde y mi mamá ya tiene que estar aquí con Cassandra. Mi mamá la va a traer ya que como yo estudio en las mañanas...sip, estoy estudiando; no puedo pasar por ella por las tardes, o al menos por hoy.

El timbre de la casa sonó y un segundo más tarde entró una Cassandra despeinada y alegre, corriendo hacía mí. Me abrazó y la cargué en mis brazos mientras le daba muchos besitos en toda su cara. Ella sólo reía y me abrazaba fuerte. Mamá entró cerrando la puerta.

-Hola, mamá-me acerqué a ella con Cassandra sobre mi espalda y le di un beso.

-Hola, Mike.

-¿Te quedas a comer?-preguntó Cassie.

-No, de hecho ya me tengo que ir, porque el viejo amargado de tu abuelo está esperando la comida-se despidió de nosotros y dio media vuelta para salir-No sé cómo va a vivir ese viejo el día que yo muera-dijo haciendo un movimiento extraño con sus brazos y luego salió.

-¿Cómo te fue, Cassandra Parks?

-Muy bien, papi, ¿y a ti?

-Creo que bien, el profesor me dio mi primer retardo-Cassie rió-mañana tenemos que levantarnos más temprano, ¿y a ti como te fue con esa vieja bruja?

-No es tan mala como parece, pero sí se disgustó un poco por el retardo, pero lo bueno que no fui la única.

-Menos mal-dije poniendo la caja de la pizza sobre la mesa, todavía con Cass sobre mis hombros-¿Hiciste amigas?

-Sí, se llama Charlotte y ella llegó más tarde que yo y la maestra regañó a su tía-coloqué a Cassandra en su silla y le serví una rebanada.

Platicamos un rato más de nuestras escuelas en nuestro primer día de clases. Yo voy a terminar la Universidad estudiando arquitectura. Sí, apenas, pero no por Cassandra había dejado los estudios, ni por Gaby, la madre de Cassie, sino por cómo era en el pasado...vivía de noche, sólo salía a fiestas, a antros, a bares a beber y drogarme...pero bueno, eso es del pasado y pasado pisado.

-...via, papi?-preguntó Cassie, pero no la había escuchado.

-¿Qué dijiste, Cass?

-Que por qué no tienes novia, ¿eh?

-Porque ya te he dicho que tu eres mi única chica-aclaré, mordiendo mi pizza-aparte que no necesitamos de una chica para que seamos felices, con nosotros dos somos más que suficientes, ¿no crees?

-Sí, pero todos los demás tienen un papá y una mamá, ¿por qué yo no?

Cassandra algún día me va a matar de tantas preguntas que hace, es muy curiosa. Tengo que distraerla.

-Hey, que tal sí vamos al parque, ¿quieres?

-Papi, estás evitando mi pregun...

-Y te enseño a andar en bici-la interrumpí.

Sus ojos se abrieron muy redondo y se paró en su silla.

-¡¡¡Sí, sí, sí, vamos!!!

¡Lo logré!

-Pero yo no tengo bici...y tu tampoco-mierda, que lista.

-Para eso vamos a ir al parque, para darte una plática de como andar en bici y cuando tengas una ya vas a saber todo de una bicicleta.

-¿Y tú también vas a tener una bici?-preguntó con emoción.

-Sí, claro que sí, y vamos a pasear por todas partes en nuestras bicis.

Caí en mi propia trampa, ahora tendré que conseguir dos bicicletas.

-¡Vamos al parque entonces!

-Espera, primero tenemos que terminar la pizza, sino, se va a quedar triste y helada en el refrigerador.

-Sipi, pero hay que apurarnos.

Con eso de ser padre me había enseñado a improvisar muy bien y de forma rápida, lo cual es perfecto con esta niña tan curiosa.

Terminamos con la pizza y ahora nos estábamos cambiando, ya que ella seguía con su vestido del uniforme. Después del parque la iba a llevar con mis papás pues yo tengo que ir a trabajar. Por cierto, trabajo entrenando a un equipo de Football americano, ya que en mis tiempos de la preparatoria era uno de los mejores jugadores.

-¡Estoy lista!-gritó Cass entrando a mi cuarto.

La cargué y fuimos hasta el parque. Como siempre ella preguntando cosas y yo tratando de improvisar en las preguntas complicadas.



Dejen su voto! Gracias.

Padre por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora