El dia de ir al karaoke con Max había llegado, habíamos quedado vernos afuera del hotel para no levantar sospechas y que la gente nos dejara disfrutar el rato, después de todo nosotros también éramos personas y nos merecíamos al menos pasar un momento como la gente normal.
Eran las ocho de la noche, sali del hotel con ropa casual para no llamar la atención, a diferencia de Max, cuando lo ví traía una gorra y gafas negras, al igual que una chaqueta de cuero del mismo color, ¿Y este que se pensaba?, ¿Que iríamos a asaltar un banco?.
Max estaba recargado en la pared del hotel mientras veía su celular, me acerque sigilosamente a él sin que se diera cuenta y vaya que realmente fui silencioso ya que Max no se dió cuenta cuando yo me acerque a él.
— Crees que iremos a asaltar bancos o a patear abuelas, ¿Porque vienes vestido así?
— Hola Checo, pensé que teníamos que venir discretos
— Tú lo haz dicho, ser discretos y tú pareces que iras a asaltar gente, pero como sea, vamos ya antes de que se nos haga mas tarde
Comenzamos a caminar uno al lado del otro, las calles de Japón eran lindas y tranquilas o al menos eso era por el día ya que cuando llegamos a cierta calle el ruido se hizo presente, miles de jóvenes iban y venían, la zona estaba llena de luces y ruido proveniente de los bares, también había bastantes olores de dudosa procedencia.
— ¿Estás seguro que por aquí es?
— Tranquilo Max confía en mí
Caminamos entre la gente, Max venía detrás de mí, ambos nos íbamos abriendo paso entre la multitud, hasta que por accidente choque con un sujeto que al parecer también era extranjero.
— Lo siento
Fue lo único que dije a lo cual el sujeto solo me contestó con un "ten cuidado", seguí caminando pero me di cuenta que cierto rubio ya no venía detrás de mí, comencé a buscarlo con la mirada pero no había nada, no podía ubicarlo, decidí regresar por dónde venía tal vez lo encontraría, seguía caminando en dirección contrario, de que servía que yo llegará al karaoke si iba sólo.
Mi sorpresa fue grande cuando vi a dos chicas con Max, una en cada lado, ambas eran japonesas, se veian muy sonrientes y de vez en cuando tocaban o más bien acariciaban los hombros de Max, una sensación extraña invadió mi cuerpo, mis piernas reaccionaron y cuando menos lo esperaba ya me encontraba caminando hacía dónde estaba.
Cuando llegue me pare frente a ellos, con los brazos cruzados y una mezcla de molestia, todo era tan extraño, no me estaba gustando que tocarán a Max.
— ¿Se puede saber que estás haciendo Verstappen?
No quería, pero mi tono de voz salió con clara molestia, las dos chicas se voltearon a ver y muy sinicamente se recostaron en los hombros de Max.
— Checo yo....
No le di tiempo de que terminara de hablar cuando lo jale bruscamente atrayendolo hacía mí.
— Deberían buscar a alguien más porque este hombre que ven aquí viene conmigo
Me di la vuelta y tome a Max jalandolo de la muñeca, por un momento pense que él pondría resistencia pero no fue así, en cambio se dejó guíar por mí.
Cuando llegamos a un lugar dónde había menos gente lo solté, me aclare la garganta para después hablar.
— Deberías tener cuidado, ese tipo de chicas siempre busca estafar extranjeros, al parecer su cercanía no te molesto, te veías muy cómodo, pero debés ver primero que clase de personas son.
— No estaba cómodo con ellas, simplemente no supe cómo quitarmelas de encima sin verme grosero.
— A veces debes ser grosero, sabes
