Little DEVIL|||Mattheo Riddle ꨄ PART 1 [✔️]

CAP 15 (🚬)

—Lo sabía... pero no tenía idea de que ella era tu novia —respondió con la boca entreabierta, aunque mantenía una extraña calma.

—¿Sabes qué están tramando esos dos?

Cho comenzó a mirar a su alrededor, como buscando una salida. Finalmente, suspiró lentamente y se acercó un par de centímetros más.

—Yo sé lo que esconden...

-Ellos están practicando magia ilegalmente en una parte del castillo... justo allá —dijo, señalando una pared y susurrando.

—¡Mira, niñita, no estamos jugando! —exclamó Draco, visiblemente exaltado.

—Cierra la boca —le espeté, tapándole la boca con una mano.

—No estoy mintiendo. La única forma de entrar es pasar tres veces por ese pasillo, pidiéndole lo que quieres... pero yo conozco un hueco que lleva directamente a ese lugar.

Ambos seguimos a Cho y nos asomamos por un hueco mediano que daba a una enorme sala llena de estudiantes.

Y entonces la vi: mi novia, riendo con Harry Potter.

—Piensen en un recuerdo poderoso —decía ella—, el más feliz que puedan recordar.
—Solo dejen que los llene —añadió con una sonrisa de oreja a oreja.

—Justo así —dijo de nuevo, moviendo su varita de un lado a otro con elegancia.

De la punta de su varita emergió un patronus: un zorro brillante y precioso que iluminó la sala como si fuera de otro mundo.

Todos comenzaron a hacer el hechizo y Draco me miró con valentía.

—Tenemos que decírselo a Dolores.

—Pero... Celia...

—¡Olvídala! —gritó Draco, tomando a Cho con fuerza de la túnica.

Intenté detenerlo, pero Draco ya iba camino a contarle todo a Umbridge. Era demasiado tarde.

La profesora dio pasos largos y, sin decir más, lanzó un hechizo que quebró por completo la pared.

Cuando vi a Celia, me sentí hecho pedazos. Ella nos miraba con una mezcla de confusión y decepción... a mí, y a Draco. Él también pareció recapacitar un poco. Yo lo hice.

—Idiotas... —susurró ella.

—Atrápenlos —ordenó la profesora Umbridge con odio en la voz.

Sin pensarlo, corrí hacia Celia. Pero cuando llegué, ella me miró con desprecio.

—Eres un imbécil.

—No tuve otra opción. Tú me engañaste con Harry Potter —dije con firmeza, tomándola del brazo y arrastrándola hacia Dolores.

—¿¡Qué!?

Se llevaron a Harry y a Cho con el Ministro de Magia, mientras Draco, yo y los demás responsables nos quedamos en el despacho de la profesora Umbridge.

—¡Ustedes dos! —gritó Celia, entrando como una tormenta mientras nos golpeaba.

—¡No me golpees! ¡Yo no fui quien te engañó, Diggory! —protesté, tratando de detenerla.