━ 💌: One Step Closer

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Faltaban dos semanas para San Valentín. Tras un lunes recargado de energía y café frío, Sophia se dedicó a transformar el torbellino de ideas en su cabeza en un documento claro y estructurado. Imprimió cada página con cuidado, las protegió con folios transparentes y las archivó en una carpeta. Para sí misma, conservó las anotaciones más informales —pero igual de ordenadas— en su libreta. 

Después de revisar todo dos veces, tecleó un mensaje rápido en el grupo del consejo estudiantil.

"Reunión mañana después de clases en el salón de la profesora García. No falten."

Había tenido que sacrificar su hora de almuerzo persiguiendo a la directora por los pasillos del ala administrativa para obtener el permiso y las llaves del salón de español, pero su esfuerzo había dado frutos. Ahora tenía un lugar, un horario y un plan. Lo único que faltaba... era que los demás estuvieran preparados, pues no seria tan simple. 

El martes, mientras caminaba por el pasillo principal con paso decidido, revisaba el chat para saber que los miembros estuviesen llegando al sitio correcto. El aula designada para la reunión ya estaba ocupada por varios de los estudiantes. Risas dispersas y conversaciones sin mucha dirección llenaban el ambiente, hasta que Sophia cruzó la puerta con sus carpetas en brazos y el gafete identificatorio perfectamente alineado. 

— Buenas tardes—dijo con voz firme, dejando los documentos sobre el escritorio —. Tenemos exactamente dos semanas para convertir esta escuela en una experiencia inolvidable de San Valentín... así que pongámonos serios.

Megan llegó segundos después, todavía abrochándose el abrigo, con una libreta llena de garabatos, corazones y lo que parecía ser un boceto de vestuario para Cupido. Se dejó caer en la silla junto a Lara, quien estaba masticando un chicle con expresión aburrida.

— ¿Lista para otra sesión del sargento Laforteza? —murmuró Lara con una sonrisa ladeada.

Pero antes de que Megan pudiera responder, la puerta volvió a abrirse. El consejero escolar, el señor Greene entró con su maletín de cuero en una mano y un termo de café en la otra. Su presencia silenció las risas de inmediato.

— Buenos días, chicos. Me quedaré durante la reunión de hoy —anunció, acomodándose en una esquina del aula—.Orden de la directora Collins— dijo a Sophia en voz baja— Quiere asegurarse de que todos los preparativos para el evento de San Valentín cumplan con las normas escolares... y también con el presupuesto.

Sophia tragó saliva, aunque no perdió la compostura.

— Claro. Justo lo iba a presentar —dijo, abriendo su computadora y tomando el mando del proyector. 

— Megan ¿Puedes apagar las luces, por favor? 

La pelinaranja, que estaba junto al interruptor, lo hizo sin pensarlo dos veces. El aula, ahora envuelta en una suave penumbra, dirigió su atención a la figura de Sophia iluminada por la pantalla. 

Sophia explicó cada diapositiva con paciencia, deteniéndose especialmente en el ambicioso sistema de entregas anónimas de cartas, flores y pequeños regalos durante la semana de San Valentín. La presentación proyectada era colorida, bien estructurada y llamativa, mérito total de Megan, que tenía un talento especial para lo estético.

Los estudiantes se mostraron cada vez más interesados, intercambiando miradas y sonrisas en silencio.  

Al finalizar, una pequeña ola de aplausos llenó el aula. El profesor Greene asintió en silencio mientras tomaba notas, seguramente para su informe. Varios alumnos levantaron la mano con preguntas que Sophia atendió con diligencia. 

𝑫𝑬𝑨𝑹 𝒀𝑶𝑼, 𝑰 𝑳𝑶𝑽𝑬 𝑼Where stories live. Discover now