mi chica Stilinski (Liam dunbar)

CAPÍTULO 6

Llevaba una semana sin ir a clase. Estaba deprimida y eso me mataba, no podía permitir que una ruptura me hiciese sentirme así. A pesar de haber perdido una semana de clase, llevaba los apuntes y los deberes al día. Estaba aburrida, era domingo, y no tenía nada que hacer, así que decidí salir a correr. Me puse unos shorts negros y rosas de deporte y una camiseta con el mismo estampado. Cogí mis cascos, mi teléfono y un bote de agua, era el que Stiles usaba en la bici pero ahora era mío. Me estaba haciendo una coleta cuando mi hermano apareció por la puerta agitado y nervioso. Había pasado algo. Algo malo. Sólo por su mirada supe que tenía que ver con Liam.

-¿Qué le ha pasado?- Pregunté nerviosa. Stiles era la única persona, junto con Massom, que sabía lo mal que lo había pasado esa semana.

-Lydia descifro la segunda parte de la lista negra, la contraseña era...- Pero no pudo acabar porque le interrumpí.

-Aiden

-¿Cómo narices lo sabes?

- Lo llevo sospechando mucho pero eso no responde mi pregunta.

- Garret le cogió cuando estaba corriendo por la pista con Massom.- Yo sólo me llevé las dos manos a la boca. Al cabo de unos segundos asimilé la información, asentí y me dirigí a la puerta. -¿Qué? Pero...¿nada más?

-Se supone que ya no debe preocuparme, además, ahora que estoy tan mona tengo que amortizar el modelito.- Le dije señalando mi atuendo y salien por la puerta.

Después de hacer unos estiramientos, me encaminé al camino del bosque que estaba cerca de mi casa. Llevaba los cascos puestos y no escuchaba nada de lo que sucedía a mi alrededor. Con la noticia y el shock, me había olvidado el bote de agua y estaba sedienta. Por suerte cerca de donde me encontraba había un pozo algo viejo pero de agua potable.

Me acerqué a él, cuando llegué me quité los cascos, de los cuales sonaba la canción de "Perdona si te llamo amor" de Maldita Nerea. Al segundo de quitarmelos reconocí su voz, esa voz con la que había compartido tantas cosas y no era capaz de olvidar. Esa voz llevaba intentando ignorar por días. Me asomé dudosa al fondo del pozo, pero estaba demasiado oscuro, desenchufé los cascos y encendí la linterna de mi teléfono. Liam dejó de pedir auxilio y entrecerró los ojos para ver de donde procedía la luz. La verdad es que se veía horrible, literalmente parecía que se estaba muriendo. Para estar segura de que era él, decidí llamarle.

-¿Liam?

-¿Diana? ¿Eres tú?

- ¡Sí, quédate ahí voy a llamar a Scott!- Le dije nerviosa, era un cúmulo de circunstancias: el estar cerca de Liam con este herido, que estaba anoche viendo, que estábamos en un MALDITO BOSQUE muy tenebroso.

Con manos temblorosa marque el número de Scott mientras Liam murmuraba algo como "¿A dónde se supone que voy a ir si no?".Para nuestra buena suerte Scott estaba muy ocupado y no contestaba. Le llamé 4 veces más, pero no contestaba. Llamé a Stiles pero me colgó, así que le volví a llamar.

- Diana , estoy muy ocupado con Malia, así que ahora no te puedo atender.- Y me colgó.

- Maldito, estúpido es increíble que llevemos la misma sangre.

Pensé en alguien más a quien llamar pero Derek estaba desaparecido y Isaac en Londres, por lo que no tenía a nadie más con súper fuerza. Volví a maldecir.

-¿Liam?

-Sigo aquí, por si es lo que te preguntas.

-Scott no contesta y Stiles está muy ocupado con Malia. Lo siento, pero no se como ayudarte.

- Vale, a ver, voy a intentar trepar.

-¿¡Qué!? ¿¡Estás loco!? ¡Hay como 20 metros de caída! ¡Te matarías!- Pero ya era tarde, si algo sabía era que Liam es más persistente que yo, y si algo se le mete entre ceja y ceja lo hace. El ojo azul se encontraba trepando cautelosamente la pared del pozo mientras yo le alumbraba con la linterna. Despuésde más de una hora en el intento de escalar la pared, Liam ya se encontraba fuera, agitado frente a mí. Pude fijarme que tenía una herida en el estómago. Él seguía recuperándose en el suelo.

-¡Oh, Dios mio! ¿Por qué no te curas?

-A...acónito. - Respondió Liam con esfuerzo. Yo le ayudé levantarse y, usándome como muleta, nos dirigimos a mi casa.

Cuando llegamos, nos dirigimos a mi habitación y le també en la cama. Fui rápidamente hacia el baño, de paso toqué la puerta de la habitación de mi hermano, para que supiese que estaba en casa. Con el botiquín en la mano, me fui hacia mi cuarto, donde Liam se encontraba dormido.

-Li, Li, despierta.- Dije yo dulcemente. Si esto no lo hacía consciente podía ser peor. El abrió los ojos lentamente. Primero me miró a mi, luego a mi habitación y por último se percató del mechero que se encontraba en mi mano.

-¿Para qué es el mechero?

-Para que sanes.- Dije mientras con cuidado levantaba su camiseta. Observé la herida.- Te voy a ser sincera, esto te va a doler mucho.- Sin darle tiempo de responder, acerqué el mecheros su herida y el acónito se empezó a quemar. Liam rugia como nunca antes le había visto, se revolviaen la cama. De repente Stiles y Malia llegaron y se pusieron a sujetar a Liam mientras yo acababa de curarle. Al cabo de dos minutos paré y sus venas dejaron de marcarsele. Su respiración se fue.acompasando y se hizo más pausada hasta que se quedó inconsciente. Los últimos que habian entrado se separaron de él y me miraron.

-Lo encontré en el bosque, ¿nos lo quedamos?- Dije poniendo carita de perrito abandonado.