—Resulta que mi papá se divirtió antes de conocer a mi mamá— susurró ella con una sonrisa.—Llegó un día a casa, unos días después de que huyera. Mi papá se hizo el desentendido, pero era muy obvio, sus rasgos son parecidos a él e incluso a los míos.— Luke observó nuevamente la foto de aquel chico para luego observar a Lenna y noto su parecido.— Mis padres casi se separan después de eso, mamá no aceptaba que su esposo, quien parecía un marido ejemplar y un padre increíble, hubiera negado un hijo a sus dieciocho años. Sin embrago, no le molestaba, ni le molesta, que tenga otro hijo con otra mujer. Tanto mi hermano como mi mamá se llevan realmente bien.

—Increíble—murmuró Luke acercándose al cambiador del niño. Tomó un mameluco de allí y lo acarició suavemente. En el lugar predominaba el olor a bebé y el orden.—¿Y tú como reaccionaste?

—Bien. Es decir, es mi hermano.— Lenna se posiciono a la derecha de él mientras acariciaba sus manos.— Luego de que mi papá prácticamente lo echara de casa, corrí detrás de él y conversamos por horas. Era mi hermano y no tenía la culpa de que su padre haya sido un imbecil. Fue el primero, después de Ashton, de saber sobre mi embarazo.— Luke sonrió amargamente mientras miraba aquellos pañales con diseños de pequeños aviones y autitos, sintiendo de repente esas estúpidas ganas de cambiar por primera vez a su bebé.

Un pequeño quejido, provino de la cuna donde él se encontraba durmiendo llamando la atención de sus padres. Ambos giraron hacia donde prevenía el ruido y Lenna con cautela se acercó a la cuna para verificar a su bebé. Sin embargo, Luke se quedo observando desde lejos hasta que ella, con un movimiento de cabeza, lo animó para cercarse. Él vaciló a un principio, pero después se acercó hasta el barandal de la cuna y miró detenidamente dentro quedando totalmente enamorado.

Era pequeño, pero no tanto como le pareció aquel día en el hospital. Podía distinguir la boca de Lenna entres los rasgos del niño, pero tenía su perfil. Una ola de orgullo le recorrió hasta el lugar más escondido de su cuerpo. El niño era precioso, era la mezcla perfecta entre ellos. Si aquel día en el hospital se hubiera detenido a mirar al niño, solo unos minutos, hubiera deducido que era su hijo sin necesidad que nadie se lo gritara en la cara.

Lenna observó detenidamente el rosto de Luke, buscando cada emoción que este emanaba. Y quedó helada al no encontrar ninguna que hubiera visto antes, parecía que el susto y el orgullo estaban mezclado, pero no sabía que significaba eso hasta que una sonrisa se ilustró en su rostro. Lenna soltó un inaudible suspiró antes de que topara con los ojos inundados de lágrimas de Luke, pidiendo permiso para tocarlo.

—Anda—susurró con la voz casi rota—pero en cuanto lo despiertes, te las veras conmigo y luego con él.

Luke asintió intentando retener las lágrimas. Aquellas que no lograban mostrar todas las emociones mezcladas que sentía en ese momento. Apoyó una de sus manos en la cabeza del bebé con cierto temor recibiendo una pequeña queja molesta de su parte. Luego, con dos de sus dedos, recorrió su brazo protegido con una camiseta blanca con puños amarillos para, después, tomar entre sus dedos su mano. Esta parecía muy pequeña y frágil entre sus grandes y no tan prolijos dedos. Aquellas pequeñas y acomodadas uñas no eran ni un cuarto de su uña menique.

—Lo siento—bisbiseó Luke antes de poder pensarlo. 

Desde que había sabido la verdad sobre Ethan, no se había dejado de sentir realmente mal por haberla insultado de tal manera. Por pensar esas atrocidades de ellas, por siquiera imaginar que ella podía haberle sido infiel cuando la realidad era que ella solo había querido dejarle camino libre para que él y sus amigos cumplieran su mayor sueño de sus vidas, sin importarle las consecuencias y responsabilidades que caerían en ella.

—Ya sabes, por todo lo que dije—aclaró antes la mirada confusa de ella. Lenna simplemente negó con una sonrisa, restando cualquier tipo importancia al tema y el pensamiento de que ella era la mujer a la cual quería renació en la mente de Luke.

Ambos miraban al niño apoyados en el barandal de la cunita con la suficiencia tallada en sus ojos claros, en un silencio cómodo y agradable. Luke estaba fascinado con su hijo y Lenna con la escena de Luke y Ethan juntos, una escena que pensó nunca vería.

Un trueno seguido por el ruido de gotas de lluvia caer rompió aquel maravilloso momento entre ellos.

—Maldición—siseó Lenna. 

Él levantó la vista hacia ella recordando que ella odiaba las tormentas casi de igual manera que la oscuridad. En un tiempo pasado él se hubiera colado por su ventana y hubiera dormidos abrazados toda la noche en la cama de la chica, con su rostro en su pecho, mientras acariciaba su suave cabello para que esta pudiera dormir. Sabiendo a ciencia cierta que él no se dormiría hasta que ella lo hiciera. Luke sonrió ante ese recuerdo que parecía tan lejano. 

Soltó la mano de Ethan, para tomar las de Lenna y reconfortarla, aunque sea un poco, por más que él quisiera abrazarla y dormir juntos como hacía tiempo atrás. Él desvió la vista hacía el reloj en forma de pato que había en una de aquellas paredes de color blanco sucio curioso por saber la hora.

—Debería irme.—Pero él no quería irse, no quería alejarse de ellos, y Lenna tampoco quería que lo haga.

—No—susurró tímida. Luke sonrió de manera provocadora a la repentina reacción de ella.—Digo...Yo...Uhmm...Llueve...Es tarde, no tienes auto.

—Debo hablar con lo chicos.—"Y disculparme", agregó para si mismo. 

—Por favor—pronunció ella casi pegada a su pecho—. Quédate.







Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)Where stories live. Discover now