Capítulo XXXIV: Cambridge

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El tren llegó no mucho después; ya casi todo estaba planeado para que el horario fuera simple. Amanda se sentó con Richard, uno de los hermanos de Jeanine, y el otro se sentó al lado de la misma. 

El viaje comenzó siendo cómodo y cálido, pero luego aburrido como los demás. Empezó a caer la madrugada, y poco a poco, mis ojos se fueron cerrando lentamente hasta que todo estuvo oscuro.

Me desperté la mañana siguiente envuelta en los brazos de Ted, con los míos rodeando su cuello, mientras él me hacía cosquillas con sus labios. Estaba despierto y trataba de levantarme con ternura. Las cosquillas hicieron que abriera mis ojos, y la luz pegó en ellos como un inmenso reflector; ya era de día, y el sol estaba en todo su esplendor, sinceramente, era una mañana preciosa.

Comencé a moverme lentamente metida en su cuello hasta que alcé la cabeza.

─Hey, te has despertado. ─sonrió dándome un beso en la nariz.

─¿Dónde estamos? ─dije con ternura, todavía algo dormida.

─Según lo que Amanda dijo hace un rato cuando seguías dormida, ya deberíamos estar por llegar. ─aseguró, volví a meterme en sus brazos y cerré los ojos

─¿Por qué no me has llamado antes?

─Te veías muy linda durmiendo, así que no quise despertarte. ─se sonrojó un poco, no podía creer que todavía se siguiera sonrojando conmigo; aunque, a decir verdad, yo también lo hacía.

─Chicos, hemos llegado. ─interrumpió Amanda mientras se ponía de pie. Asentimos e hicimos lo mismo que ella.

Nos acercamos a la salida mientras ellas bajaban su pequeño equipaje del tren. Finalmente nos alcanzaron y el tren se detuvo completamente, dejando ver a través de la ventana una hermosa y peculiar civilización casi escondida entre los árboles.

Me preguntaba si allí era donde habitaban más de los nuestros; estaba ansiosa por conocerlos.

─Vengan, es por aquí. ─dijo Jeanine, y comenzó a caminar en dirección a un par de cabañas. Probablemente habríamos llegado de madrugada, pero ya algunos estaban despiertos, y los pocos que se encontraban afuera sonreían amigablemente, al parecer, nos estaban esperando.

─¡Hola! ─gritó uno moviendo la mano, hicimos lo mismo.

─Ésto es nuevo. ─reí hacia Astrid y Jane, asintieron.

─Aquí hay muchas cosas extrañas, a decir verdad. ─aseguró As

─Bien, ¿Qué les parece el lugar? ─dijo Amanda, deteniéndose al lado de una pequeña cabaña; una señora se nos acercó.

Tenía la piel de un color moreno, y el cabello marrón oscuro, al igual que sus ojos; sonreía hacia nosotros mientras se acercaba rápidamente.

─Éstos...¿Son los nuevos? ─preguntó a las chicas, asintieron─. ¡Vaya! ¡Encantadores! ─comenzó a repartir abrazos entre todos nosotros, mientras estrechaba su mano con gentileza─. Me llamo Glenda, encargada número uno de los nuevos. ─se presentó.

─Pues... yo soy Lynn, y él es Theodore, y... ellos son Astrid, Jane, Arthur, Aarón, Alice y Lehia. ─susurré timidamente, pero logró escucharme.

─Espera. ─interrumpió Millicent─. Se supone que éste lugar es secreto, ¿No?

─Sí. ─respondió Glenda, quien seguía sonriendo.

─Entonces... ¿Qué hay de todos los mundanos del tren? ─siguió, todos nos miramos, pero Jeanine, Amanda y Glenda no parecieron preocuparse.

─Querido... ¿Arturo, verdad?

─Arthur.

─Querido Arthur, todos los del tren eran Bandallhs. ─aseguró Glenda.

─Wow, ¿Todos ellos? ─interrumpió Alice, asintió.

─Bueno, bueno, basta de charla, vengan, les mostraré donde se van a quedar. Y, cuéntenme, ¿Vienen de Archenland, no? ─dijo, iniciando una conversación en la cual terminamos contándole toda la historia de cómo llegamos y demás mientras conocíamos a otros Bandallhs, quienes parecían muy amigables, desde ese momento ya me caían bien.


***


Finalmente llegamos a una cabaña que estaba cerca de las demás y Glenda comenzó a enseñarnos las habitaciones que teníamos, la verdad es que estábamos tan cansados que hubiéramos dormido en ese mismo instante. Habían unas cuatro habitaciones y tres baños, suficiente para nosotros siete, supongo.

Amanda y Jeanine junto con César y Richard, los hermanos de la misma, tenían que volver al mundo mundano, bueno, estábamos en el mundo mundano, pero volverían a Cambridge por decirlo de alguna manera; aunque prometieron venir a visitarme de vez en cuando.

─Los dejaré descansar, y luego les mostraré cómo funcionan las cosas aquí. ─dijo finalmente la chica de ojos oscuros para dejar nuestra cabaña.

La verdad era muy cómoda, pero el problema iba a ser repartir las habitaciones.

Dejaría eso para después, pues lo único que necesitaba en ese momento era tranquilidad, y un momento para analizar en lo que nos habíamos metido; me acosté en un enorme sofá que estaba en la sala, y cerré los ojos, mientras pensaba en toda la locura de la directora, y hasta dónde habíamos llegado a parar ¡En otro mundo! menuda locura. Sentí a alguien sentarse a mi lado, era Theodore, quien me dedicaba una sonrisa. Se la devolví, estaba tan feliz como yo por haber llegado aquí finalmente.

─¿No te parece maravilloso? ─sonrió.

─La verdad es que es mejor de lo que yo pensaba. ─respondí mientras le daba un beso.

La verdad es que, por alguna razón, ya me sentía como en casa de nuevo, como en mi verdadero hogar, un hogar que había perdido hace muchos años, y eso, eso era mucho más de lo que yo jamás pude desear en toda mi vida, porque tenía la oportunidad de tener una familia otra vez, una familia que se había ido cuando yo ni siquiera sabía decir una sola palabra. 

Para mi era más que maravilloso, mucho más que especial, para mí, era diferente.


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Hey! bueno, estábamos pensando que ya vamos a llegar a los 3k, así que pensábamos en hacer un especial 2k y 3k, o podríamos hacer también un admins be like por los 2k y un preguntas y respuestas por los 3k.

Así que si quieren un preguntas y respuestas, no olviden dejar sus preguntas abajo, las cuales pueden ser para nosotras o los personajes, y pues nosotras las responderemos.

Y eso, que sé que debimos subir este capítulo hace días, pero pues nos confundimos todas y no podía escribir; aún así espero les guste :3

Los queremos nuestros niños del mal! :P

Adiós!

Thx

-Locks

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