Yo odio a los payasos [#Wattys2015]

El Gran Final

Era el día, el día que Albert iba a salir, marqué con una "x" grande y roja el 27 de agosto, el día que ese mal nacido vería de nuevo las calles, seguramente el anhelaba este día con todo su corazón, si es que le quedaba uno...

Me aliste temprano por la mañana y pedí permiso para faltar al trabajo, me fui y conduje hasta la prisión, ahí esperé en una distancia segura a que él saliera, me puse mis lentes oscuros y hasta una peluca oscura para que no fuera a reconocerme.

Esperé ahí quizás hasta el mediodía, estaba ahí bajo el sol en mi auto cuando un auto negro se estaciono cerca de la entrada, sabía de quien era ese auto, era de Sara y ella se bajó de él, llevaba un vestido corto y rojo y se veía hermosa debo admitirlo, seguramente era para sorprender a su hombre, ¡Bah! Que estupidez...

Las puertas de la prisión se abrieron y él salió, sentí ganas de poner en marcha mi auto e ir a arrollarlos a ambos pero no... No lo hice, solté el volante...

Él se veía diferente, más grande y con una espesa barba, se veía como un verdadero maleante pero aún así no dejaba de ser atractivo... ¡Maldita sea! Me había mordido la lengua por semejante comentario.

Ambos se besaron emocionados y se subieron al auto, no podía creer que a pesar de todo seguían juntos y tan enamorados, era una locura.

Los seguí en mi auto a una distancia prudencial, entraron a un vecindario de mala muerte y estacionaron el auto en una casa que más bien parecía una pocilga, entraron y Albert cargó en sus brazos a Sara como si fueran una pareja de recién casados, sonreían y se veían tan felices, ¿Por qué ellos si lo eran y yo no? Esto era de verdad injusto.

Entraron a la casa y me fui, pero antes pase por un lugar y compré algo que jamás creí que usaría y me fui a casa, debía preparame para la noche, anhelaba este día más que ningún otro...

Cayó la noche y con ella mis miedos pero también mi odio, un odio inmenso que me motivaba a seguir con esto... Mi venganza, la que ahora yo tenía en mis manos con bastantes razones de sobra...

Me despedí de papá y de Megan, esta noche podría pasar cualquier cosa. Les dije que saldría a pasear pero muy en el fondo mi papá sabía que precisamente este día no era para salir a pasear, este día Albert saldría de prisión... Lo vi confundido y serio pero sonrió y me dio un abrazo.

-Cuídate hija.

-Adiós papá vendré pronto.

Salí de casa y me quedé en el auto, me comencé a maquillar y acomode mi peluca, bajo mi ropa llevaba un ridículo traje de payaso y me puse unos zapatos tenis, me pinte una sonrisa diabólica y estaba preparada. Tom me miró y tomó el volante.

-¿Lista?

-Andando... Dije y le sonreí, era el momento...

Tom condujo hasta la casa de Albert y Sara, yo estaba nerviosa pero muy segura de lo que haría. Tom estaciono el auto y yo acomode mi película y tomé mi pistola y el gancho con el que había aprendido a abrir cerraduras. Me bajé del auto pero Tom me detuvo.

-Emily... ¿Estas segura de esto?

-Jamás estuve tan segura.

-Ten cuidado, grita si me necesitas y en seguida estaré ahí.

-Tranquilo Tom, todo estará bien, esto lo haré yo sola.

-Suerte...

Me fui hasta la entrada trasera, había una puerta correriza de vidrio, metí el gancho y pude abrirla, entré y obviamente todo estaba oscuro ya estaban dormidos. Comencé a adentrarme en la casa tratando de no tropezar con nada, pasé cerca de un espejo y pude verme en el gracias a la luz de la luna, me veía graciosa pero aterradora al mismo tiempo, seguro iba a causarles tremendo susto.