Yo odio a los payasos [#Wattys2015]

Venganza Mortal

*Nota, lean el capítulo anterior para entender este, perdón por la demora.

Parecía una locura creer que Albert también podría ser un potencial sospechoso, pero definitivamente todos me lo parecían, nadie se salvaba, Albert y Alfred eran nombres muy parecidos, -¡Por que no lo pensé antes!- puede ser posible que Albert sea familiar de Alfred, pero sólo sabía que tenía esposa, ¿Y si era su hijo?

Sara me veía confundida y yo parecía estar en un estado psicótico, repetía constantemente que Albert no podía ser el que me estuviera haciendo esto.

-Emily, ¿Que dices?

-¡Albert! Él es el que me esta haciendo todo esto, si tú no le dijiste donde quedaba mi habitación, ¿Como supo?

-Tranquila Emily te vas a volver loca, seguramente me lo pregunto y yo ni me acuerdo, sabes que soy algo despistada.

-Puede que tengas razón, pero a todos veo sospechosos.

-¿Hasta a mi?

-En un momento si...

-¡Dios! ¡Yo no lo haría! De verdad estas muy mal.

-Quiero ir a casa.

-Deberías ir, te va a servir mucho, ve unos días yo te tomaré nota de las clases.

-¿Harías eso por mi Sara?

-Si amiga, lo necesitas.

-¡Si por favor!

Abracé a Sara y le agradecí profundamente su hermoso gesto, ir a casa me iba ayudar mucho para poder pensar y aclarar mi mente, además quería ver a papá y a Megan.

Al día siguiente empaque mis cosas, iba a estarme unos tres días, papá estaba feliz, iban a esperarme en el aeropuerto, ya no me aguantaba por llegar a casa y verlos, no me despedí de Albert, vendría pronto.

El viaje en el avión se me hizo eterno, al bajar del avión mi mirada apuntaba a todos lados buscando a mi familia y justo ahí estaban con nada más y nada menos que mi querido hermano Tom, a quien deseaba ver pero no quería contarle nada de lo que estaba pasando, no quería preocupar a nadie.

-¡Hija que gusto verte!

-¡Papá! Le dije y le di un fuerte abrazo y luego abracé a Tom.

-Tom ¿Pero que haces aquí?

-¡Sorpresa! Supe que ibas a venir y pedí permiso.

-Me alegra tanto Tom.

Estábamos felices de vernos y nos llenamos de muchos abrazos y lágrimas de alegría, en el camino papá no dejaba de hablar y hablar y hacer preguntas.

Entrar a casa había sido increíble, a pesar de que aquí habían suscitado las peores cosas, me sentía mejor aquí que allá en la Universidad a merced de Alfred o el vengador de Alfred, sólo quería olvidar todo un rato.

En la cena papá seguía preguntado cosas, yo mentía diciendo lo hermosa que era la Universidad, los muchos amigos que tenía y de lo feliz que era, ojalá todo fuera como mis mentiras pero la realidad era tan oscura y triste.