Tres semanas habían pasado desde que Beomgyu había comenzado en el rancho. Otros tres trabajadores se habían unido a su equipo, y para liberar habitaciones, Beomgyu se había ofrecido de forma rápida para compartir una litera con Yeonjun. Habían tenido que tener más cuidado con su actuación una vez que los nuevos trabajadores habían llegado. Las noches tranquilas de placer eran pocas y distantes entre sí, y un par de veces, él y Yeonjun habían tomado un paseo nocturno para escaparse y compartir sus cuerpos entre sí.
Hasta el momento, todos los nuevos empleados parecían ser chicos de mente abierta y Beomgyu estaba bastante seguro que dos de ellos ya estaban jodiendo entre ellos. Hasta que no estuvieran seguros de que no serían condenados al ostracismo, necesitaban tomarlo con calma.
Beomgyu no quería tomarlo con calma.
Aunque la primera noche había sido difícil, se había puesto cómodo dentro de su papel en su interacción sexual. No podía imaginar que fuera de otra manera ahora.
—Estoy listo para un paseo de medianoche —dijo Yeonjun mientras acercaba su caballo al lado del de Beomgyu—. Tengo que ver a un hombre por ahí en un árbol.
Beomgyu miró hacia las nuevas vacas que pacían, muchas de ellas estaba casi listas para ser soltadas en el rebaño original—. Suena como que necesitas ayuda.
Yeonjun sonrió, ajustando su control sobre las riendas. Se veía tan sexy en la silla, completamente a gusto. Beomgyu había visto una y otra vez lo bueno que el hombre era montando, a ambos, caballos y a Beomgyu.
—Necesito toda la ayuda que pueda conseguir. —Yeonjun se quedó en silencio un momento, mirando por encima del ganado—.Estaba pensando que quizá invitemos a Taehyun y a Soobin a salir con nosotros.
El antiguo Beomgyu habría saltado a la oportunidad. Ahora...ahora se sentía extraño pensar en alguien con ellos. Beomgyu sabía que los tres hombres habían estado follando cuando él había llegado hasta allí, pero desde que Yeonjun había tomado a Beomgyu, sólo habían sido ellos dos.
—Pero si no quieres...
Las cosas habían mejorado entre él, Taehyun, y Soobin. Ahora que había nuevos recién llegados, Beomgyu era prácticamente sombrero viejo. Él también había demostrado lo duro que trabajaba, al menos eso esperaba. Beomgyu había estado trabajado casi hasta morir tratando de mostrarle a Soobin que pertenecía al rancho.
Y tal vez que se merecía a Yeonjun.
¿De dónde había venido ese pensamiento?
—Yo no he dicho que no quisiera. Es sólo...diferente. Soobin recién está tolerándome.
—No digas una palabra más. Solo tú y yo. Olvida incluso que lo mencioné—dijo Yeonjun.
—¿Los extrañas?
—Si —dijo Yeonjun—. Pero ellos entienden.
—No puedo imaginar que Soobin esté muy feliz de que te tenga alejado de ellos. —Taehyun y Beomgyu estaban bien, pero Soobin todavía actuaba distante.
—Soobin tendrá que superarlo por sí solo, no te preocupes. Tal vez compartir a Yeonjun con ellos ayudaría a su causa.
Aunque Beomgyu no quería compartir. ¿Se está aburriendo conmigo? Yo quiero que esto sea más que diversión, ¿pero y él? Si digo que no, ¿esto será todo?
—Sí, invítalos.
—¿Sí? —Yeonjun preguntó con una sonrisa.
—Sí. Será divertido. —Beomgyu sabía que estaba mintiendo, pero sentía que no tenía otra opción.
—Por cierto. Le pedí a Namjoon que recogiera un libro del curso que estás haciendo cuando fue a Los Cruxes ayer.
Beomgyu puso los ojos en blanco. —¿Se supone que eso me excite?
Una amplia sonrisa se extendió lentamente por el rostro de Yeonjun. —Lo hará cuando descubras cómo planeo enseñarte. Las respuestas incorrectas reciben castigos corporales.
Un escalofrío corrió por la espalda de Beomgyu ante la idea. Y le hizo querer estar equivocado, y mucho. Al menos tendría a Yeonjun gracias a su tutoría, así que eso lo hizo relajarse un poco. Beomgyu vio a Yeonjun mover su caballo a través de la nueva manada y hacia Soobin y Taehyun, esperaba que estuviera tomando la decisión correcta.
¿Cuándo diablos me convertí en una chica acerca de mierda como esta? Todo es diversión, ¿cierto? Eso es lo que era desde el principio.
¿Cierto?
