1

1.3K 100 93
                                        

No les quiero hacer spoiler pero me veo en la necesidad de advertirles que esta historia está muy cargada de escenas sexuales, nada particularmente triggering como otras historias que he adaptado, pero ajá, ahí la ven ustedes.

Beomgyu top en el primer capítulo, ustedes se lo pueden saltar pero da contexto del personaje.

****

La cabeza de Beomgyu cayó hacia atrás mientras miraba un rayo de luz proveniente de una grieta en el techo de la cuadra. El indicio de un día azul sin nubes de Texas podía ser visto a través de la grieta, mientras el calor envolvía su cuerpo.
Otro calor envolvía su polla.

Él miró  hacia abajo al  hombre con la boca envuelta alrededor de su eje, disfrutando de la vista. El ganadero, y jefe de Beomgyu, Kim Sunoo, estaba chupando a Beomgyu como un  hombre hambriento con necesidad de un buen trago de semen para satisfacerlo. Beomgyu estaba más que feliz de ayudar.

Beomgyu metió una mano por el fino cabello de su jefe y se aferró cuando el hombre llevó a Beomgyu a la parte posterior de su garganta.

Un gemido escapó de sus labios mientras su cabeza cayó hacia atrás y volvió a mirar hacia arriba a ese rayo de sol que los espiaba.

Su jefe retiró sus labios. Cuando Beomgyu miró hacia abajo para ver por qué su amante 
había dejado de chupar, vio a Sunoo fulminándolo con la mirada.

—Te dije que guardaras silencio —escupió—. No quiero que mi novia nos escuche.

Beomgyu se rió entre dientes y jaló al hombre de nuevo a su polla.

Sunoo estaba tan hambriento como siempre y chupó a Beomgyu de nuevo.

—No va a escuchar nada con el ruido de estos caballos.

Menos mal que la novia del jefe odiaba a los animales y el olor de los establos. Eso la mantuvo alejada para que ellos pudieran jugar. Beomgyu se recostó en la puerta e instó a Sunoo a ir más rápido.

A dos segundos de venirse, Sunoo lo liberaron una vez más.

—Maldita sea, estaba casi allí.

Sunoo levantó una ceja y miró a Beomgyu.

—No quiero que te vengas todavía.

Beomgyu frunció el ceño. —¿Y eso por qué?

Sunoo se puso rojo. —¿Recuerdas esa cosa que dije que no haría? Bueno, tal vez he cambiado de opinión.

Beomgyu sintió un escalofrío correr por su columna vertebral. Por supuesto que sabía de lo que estaba hablando el hombre, pero Sunoo siempre se había negado. Dijo que Beomgyu era grande y podía hacerle daño.

—No creí que quisieras que lo hiciera.

Sunoo se puso de pie. —Compré uno de esos tapones. He estado usándolo un rato, de vez en cuando. Creo que puedo tomar esa polla tuyo en mi culo ahora.

Beomgyu sonrió, agarrando la base de su eje.

—¿Quieres probar? Estoy dispuesto.

Sunoo se desabrochó el cinturón y se bajó la cremallera de sus pantalones, y luego los dejo caer hasta sus tobillos.

—Sólo no seas duro conmigo. Oh, espera, he traído algo para ayudar.

Sunoo sacó un condón y un poco de lubricante de uno de los bolsillos de sus pantalones que ahora yacían en el suelo polvoriento.

Él los entregó y luego se puso en posición.

—¿Quieres que te azote primero? —Beomgyu preguntó mientras acariciaba su duro eje.

Cabalgada salvaje | Yeongyuحيث تعيش القصص. اكتشف الآن