La persona que pudo abrir mi corazón Draco y Tu - EN EDICIÓN-

Capítulo 4

Al llegar bajamos del tren ya estaba cambiada, llevaba puesto mi uniforme. Me dirigí a los carruajes y que creen otra vez me toco viajar con Draco y para colmo íbamos muy apretados porque había más personas.

Cuando paro el carruaje bajamos rápidamente. Me sorprendía la criatura que llevaba el carruaje, era hermosa.

Draco: No me digas que ahora te volviste loca que quedas mirando a la nada.

Stella: ¿Acaso no ves la criatura que tira del carruaje?

Draco: Allí no hay nada y te aconsejo que dejes de decir tonterías si no quieres que te traten de loca.

Entramos al castillo. Fui con los de primero.

McGonagall: Soy la profesora Minerva McGonagall. Serán seleccionado los alumnos de primer año cuando termine con ellos pasaras tú al gran comedor y te podre el sombrero seleccionador.

Asentí con la cabeza. Luego de mucho rato me llamaron cuando entre todos me miraban raro. Me senté en el pequeño banco y me pusieron el sombrero. Draco no dejaba de mirarme.

Sombrero: Eh esperado mucho tiempo este momento. Al fin llego, veo que tienes muchas dudas. Es una decisión muy difícil tienes cualidades para las cuatro casas. ¿En cuál te gustaría quedar?

Stella: En la que creas correcta para mí.

Sombrero: De acuerdo, pero antes te diré que te esperan cosas muy interesantes aquí. Te pondré en .... Slytherin.

Aplausos se escucharon desde mi ahora casa. Caminé hasta allí y me senté.

Zabini: Mucho gusto mi nombre es Blaise Zabini.

Stella: Stella Hunter.

Zabini: Y dime a qué clase de familia perteneces.

Stella: Soy hija de muggles.

Todos me miraban horrorizados. Nadie me volvió a hablar. Cuando acabo la cena nos dirigimos a las mazmorras donde estaba la sala común de Slyterin el profesor Snape me llevo a mi cuarto. Me dieron un cuarto para mi sola. Era frío el lugar las paredes estaban pintadas de verde esmeralda. Sentía que le faltaba algo saque mi varita e hice que apareciera una ventana hechizada donde se veía el cielo estrellado. Había estado estudiando y por lo visto se me daba muy bien la magia. Me senté junto a la ventana y me puse a pensar en todo lo ocurrido desde que me entere de que soy una bruja.