•NERD• -Wenclair-

15✨

WEDNESDAY

Los días en esta casa se habían convertido en una extraña combinación de guerra fría y espectáculo teatral. Después de la confrontación con Enid sobre Maddie, podía sentir una tensión en el aire cada vez que nos cruzábamos. Ella estaba molesta, pero no lo suficiente como para confrontarme directamente de nuevo.

Esa mañana, mientras estaba en la biblioteca revisando algunos documentos que mi madre me había enviado, escuché pasos acercándose. Antes de que pudiera girar, Enid entró con su habitual energía, aunque esta vez había algo diferente en su expresión: una mezcla de desafío y algo que no podía descifrar del todo.

—Nerd, necesito que me acompañes —dijo sin más preámbulos.

—¿A dónde? —pregunté, cerrando mi libro y observándola con curiosidad.

—Mis padres nos invitaron a un almuerzo. Bueno, en realidad, insistieron en que ambas fuéramos.

—¿Y por qué querría yo someterme a semejante tortura?

—Porque soy tu prometida, y quieres hacerme feliz, ¿recuerdas? —dijo con una sonrisa sarcástica.

Suspiré, levantándome de mi asiento.

—Muy bien, Sinclair. Pero espero que esto no sea otra de tus estrategias para irritarme.

[...]

El almuerzo con los Sinclair fue, como era de esperarse, una exhibición de perfección. Maddie estaba allí, como siempre impecable, lo que sólo parecía aumentar la incomodidad de Enid.

—Wednesday, qué bueno verte nuevamente —dijo Maddie, acercándose para estrechar mi mano.

—Igualmente, Maddie. Es un placer compartir mesa con ustedes —respondí con cortesía.

Sentí la mirada de Enid clavada en mí mientras hablábamos, pero decidí ignorarla.

Durante el almuerzo, la conversación giró en torno a los planes de futuro para la familia. Esther y Murray parecían interesados en establecer una fecha para el compromiso oficial, algo que evidentemente incomodaba a Enid.

—No entiendo por qué tanto apuro —dijo ella, interrumpiendo a su madre—. Aún estamos adaptándonos a vivir juntas.

—Es precisamente por eso que queremos fijar la fecha, querida. La convivencia fortalece los lazos —replicó Esther, con su tono autoritario.

—¿Y qué opina Wednesday de esto? —intervino Maddie, mirando directamente hacia mí.

—Creo que las cosas importantes no deben apresurarse —respondí, ganándome una mirada de aprobación de Enid.

ENID

La forma en que Maddie miraba a Wednesday me ponía de los nervios. Era como si quisiera analizarla, comprenderla… o algo más. Durante todo el almuerzo, no dejaba de lanzarle comentarios, y lo peor era que Wednesday respondía con su calma habitual, como si no notara lo que estaba pasando.

Cuando el almuerzo terminó, mamá insistió en que pasáramos al salón para tomar el té. Aproveché un momento en que todos estaban distraídos para llevar a Wednesday aparte.

—¿Qué demonios fue eso? —le dije en un susurro urgente.

—¿A qué te refieres? —preguntó, arqueando una ceja.

—Maddie. Todo el almuerzo estuvo coqueteando contigo, y tú sólo lo permitiste.

—¿Eso crees? —dijo con una ligera sonrisa, como si encontrara divertida mi reacción.

—No es gracioso, Fenómeno.

—Entonces, ¿por qué te molesta tanto?

Me quedé sin palabras. ¿Por qué me molestaba tanto? Ella era mi prometida por un acuerdo, no porque yo quisiera. Y sin embargo, la idea de que mi hermana pudiera interesarse en ella me hacía hervir la sangre.

—Solo… ten cuidado con ella, ¿de acuerdo?

Ella asintió, pero su sonrisa no desapareció.

[...]

Más tarde, cuando ya estábamos de vuelta en la casa, decidí enfrentar el tema directamente.

—Wednesday, necesito saber algo.

—¿Qué cosa, Sinclair? —preguntó, mirándome fijamente desde el sillón.

—¿Qué piensas realmente de todo esto? ¿De mí? ¿De este compromiso?

Ella se tomó un momento para responder, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras.

—Creo que eres complicada, irritante y, a veces, insoportable.

—¡Gracias por tu honestidad, Fenómeno! —respondí con sarcasmo.

—Pero también creo que tienes un fuego en ti que pocas personas poseen. Eres apasionada, incluso cuando no sabes lo que sientes.

Su respuesta me dejó desconcertada. ¿Era eso un cumplido? Antes de que pudiera decir algo, ella se levantó y se dirigió a su habitación, dejándome sola con un torbellino de emociones.

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