22✨

1.2K 73 13
                                        

La luna llena iluminaba la habitación con su luz plateada, mientras el suave sonido del viento movía las cortinas de seda que cubrían las ventanas. La casa estaba en silencio, el bullicio de la fiesta se había desvanecido, y ahora solo quedábamos nosotras dos, en este espacio privado, rodeadas por la calma que seguía a la tormenta de emociones del día.

Nos encontrábamos en la cama, aún vestidas en parte con los trajes de la ceremonia, las prendas de novia ligeramente arrugadas pero aún deslumbrantes. Yo observaba a Enid, quien estaba reclinada junto a mí, su cabello rubio en desorden, pero aún brillando bajo la luz tenue que se filtraba. La veía tan serena, pero también podía percibir la intensidad de sus sentimientos, reflejada en la forma en que sus ojos brillaban con un resplandor especial, uno que había aprendido a reconocer como su forma de estar completamente presente en el momento.

Ella suspiró profundamente, mirando la habitación con una sonrisa melancólica en su rostro.

—Es difícil creer que finalmente estemos aquí, ¿no? —dijo con suavidad, su voz cargada de ternura.

Asentí, acercándome un poco más hacia ella. No podía evitar sonreír ante la simplicidad de sus palabras. Había sido un camino largo, lleno de altibajos, de luchas internas y externas, pero todo nos había llevado a este instante. A este nosotros que, al final, había superado todas las barreras, todas las dificultades.

—Sí, es difícil de creer —respondí en un susurro, tomando su mano entre las mías. Pero no porque no lo deseara, sino porque el hecho de que estuviéramos aquí, juntas, me parecía tan perfecto que parecía irreal.

Enid giró hacia mí, sus ojos brillando con una mezcla de amor y algo más, algo que no podía definir en palabras pero que sentía en cada fibra de mi ser.

—¿Sabes? —dijo en voz baja, acercándose lentamente— Siempre imaginé este día, pero nunca imaginé que sería contigo.

Su aliento cálido acarició mi rostro, y sentí cómo mi corazón latía más rápido, sincronizándose con el de ella. Era un momento único, una noche que habíamos esperado, que habíamos trabajado para construir. Y ahora que estaba aquí, con ella, todo lo demás parecía desvanecerse. No importaba nada más que ese instante, esa conexión profunda entre nosotras.

—Enid... —murmuré, apenas consciente de las palabras que salían de mi boca, pero sintiendo que tenía que decirlo—. Me haces sentir completa.

Una sonrisa suave se dibujó en su rostro, y pude ver cómo sus ojos se llenaban de emoción.

—Y tú a mí, Nerd. —Me tocó suavemente la mejilla, su gesto tan delicado como un susurro—. Te he estado esperando sin saberlo.

El aire en la habitación parecía volverse más denso, cargado de una energía que no se podía negar. La cercanía entre nosotras se volvió más palpable, como si el destino hubiera tejido este momento durante años, preparándonos para finalmente unirnos de una manera que no habíamos anticipado.

No hubo necesidad de palabras más. La conexión entre nuestras miradas, la forma en que nuestras manos se entrelazaban con suavidad, hablaba por sí misma. El amor que compartíamos era evidente en cada gesto, en cada movimiento, en cada caricia.

Mientras la noche avanzaba, el mundo exterior se desvanecía, y nosotras permanecíamos allí, en esa habitación iluminada solo por la luna, en un silencio que solo nosotras entendíamos. Una noche que marcaba el comienzo de nuestra nueva vida juntas.

Nada más importaba en ese momento. Solo nosotras.

Fin.

-VK-

•NERD• -Wenclair-Onde histórias criam vida. Descubra agora