•NERD• -Wenclair-

12✨

Mi rutina en esta casa se había estabilizado, o al menos eso quería pensar. Enid parecía haber dejado atrás algunas de sus actitudes más hostiles, pero no por completo. Estaba claro que disfrutaba meterse conmigo, y con Yoko y Bianca como sus aliadas, las cosas rara vez eran tranquilas.

El día comenzó como cualquier otro. Me encontraba revisando un libro en la sala, buscando algo que pudiera distraerme del caos habitual, cuando un grito proveniente de la cocina llamó mi atención.

—¡Wednesday! —la voz de Enid resonó por la casa, cargada de urgencia.

Cerré el libro con calma, sabiendo que probablemente sería otra de sus bromas. Aun así, me levanté y caminé hacia la cocina. Al llegar, la escena era, cuanto menos, peculiar.

Enid, Yoko y Bianca estaban de pie junto a la encimera, todas con expresiones serias. Frente a ellas había una tarta enorme, decorada con un estilo impresionante.

—¿Qué pasa? —pregunté, mirando primero la tarta y luego sus rostros.

—Necesitamos que pruebes esto —dijo Enid, empujando un plato con una porción hacia mí—. Lo hicimos nosotras, pero no estamos seguras de si quedó bien.

Sabía que algo no estaba bien. Ellas nunca hacían nada juntas por el bien común, y mucho menos me pedían ayuda con algo. Aun así, tomé el tenedor y corté un pequeño trozo.

—¿Qué están tramando? —pregunté antes de probar el bocado.

La risa contenida de Yoko y Bianca fue la primera señal de que algo estaba mal. Apenas el pastel tocó mi lengua, lo supe: habían puesto sal en lugar de azúcar.

—Interesante mezcla de sabores —dije, manteniendo mi rostro inexpresivo mientras tragaba el bocado con esfuerzo.

—¿Te gusta? —preguntó Enid, con una sonrisa que delataba su triunfo.

—Es… memorable. Creo que deberían abrir su propio restaurante.

—¿En serio? —intervino Bianca, incrédula.

—Claro. Sería un éxito para aquellos que buscan experiencias culinarias… únicas —respondí, dejando el tenedor en el plato.

Enid rodó los ojos, mientras Yoko y Bianca estallaban en carcajadas.

—Sabía que no se rendiría tan fácil —dijo Yoko, todavía riendo.

—Eso fue bajo, incluso para ustedes —comenté, limpiándome con una servilleta.

—Oh, vamos, Nerd. Un poco de diversión no te hará daño —respondió Enid, dándome una palmada en el hombro antes de regresar a su lado de la cocina.

[...]

Más tarde ese día, Enid y yo terminamos juntas en la sala, algo raro considerando que siempre buscaba evitar quedarse a solas conmigo. Estaba revisando su teléfono, mientras yo intentaba leer un libro.

—Nerd —dijo de repente, su tono más serio de lo habitual—. ¿Por qué insistes tanto en que termine con Ajax?

Bajé mi libro, sorprendida por su pregunta.

—Porque no te merece —respondí sin rodeos—. Lo he visto burlarse de ti en público, y no puedo imaginar cómo te trata cuando están solos.

Ella me miró, sus ojos reflejando una mezcla de confusión y algo más que no pude identificar.

—Eso no te importa.

—Sí, me importa —respondí, inclinándome hacia ella—. Porque no quiero que alguien como él te haga daño.

Enid apartó la mirada, claramente incómoda con la conversación.

—Esto no significa que vaya a hacer lo que dices, Fenómeno.

—No espero que lo hagas por mí, Sinclair. Solo espero que lo hagas por ti.

El silencio se instaló entre nosotras. Finalmente, ella se levantó, murmurando algo ininteligible antes de desaparecer en su habitación.

[...]

La noche llegó, y mientras me preparaba para dormir, no pude evitar preguntarme cuánto tiempo le tomaría a Enid darse cuenta de que merecía algo mejor. Algo… o alguien.

-VK-