— ¡ Papá ! — Dijo Kelsey desde su corral. Ha estado llamado a Alex desde que se despertó. Al parecer extraña a su papá.
— Si bebé, papá ya viene en camino.—Y no era mentira, ya era la hora de que Alex llegara.
Seguro ustedes se preguntarán, ¿ Por qué el y yo vivimos juntos?, Pues porque su madre dice que es muy apresurado, pero nosotros decimos que ya tenemos un bebé y no debería de importar, pero ella sigue insistiendo. Hací que por ahora vivimos por separado.
La puerta se abrió revelando a un sudado y cansado Alex.
— Papá. —Lo llamo Kelsey.
— Hey, princesa.— Dijo el cargándola y llenando la de besos.
—¿ Por qué estas sudado Alex?— Le pregunte confundida. Alex levanto la cabeza para mirarme.
— Se me descompuso el auto y no había autobuses a estas horas, por lo que tuve que venir caminando.— Dijo y yo solo asentí.
— Te quiero, ¿ Lo sabes verdad?— Pregunte. En sus ojos había cierto brillo de adoración.
— No te quiero, te amo.— Dijo y me beso de pico.
—¿ Qué hiciste hoy?
— Mamá estuvo aquí.— Dije y el me miro con los ojos abiertos.
—¿ Y qué paso? ¿ Estas bien?— Me preguntó preocupado.
— Le dije que no volviera y le cerré la puerta en la cara.— Dije. De algún modo me seguía sintiendo culpable.
— Me siento culpable, pero se que hice lo correcto.—
— Sí, solo hiciste lo que creías correcto, no tienes porque sentirte culpable.- Dijo Alex mientras pasaba su mano por mi hombro.
— Papá. — Dijo Kelsey desde el regazo de Alex.
—¿ Qué pasa bebé? — Le pregunto a Kelsey que hizo puchero.
— Tiene hambre.— Dije y fui a la cocina donde prepare su leche y volví al sofa.
— Ven aquí cariño.— Dije a lo cual Kelsey levanto sus manitos hacia mí. La senté en mi regazo y le pase su biberón que con gusto tomo en sus manos.
— Necesito decirte algo.— Dijo Alex. Parecía ansioso.
— Dilo.— Dije y sonreír un poco.
— Conseguí un nuevo trabajo.—
—¡ Que bien!— Dije realmente emocionada. A el realmente le importaba conseguir un trabajo estable.
— Y también quería hacerte una propuesta.—
— Dime.— Dije divertida. De verdad me divertía esta situación.
— Quiero que dejes tu trabajo y te mudes conmigo.— Dije y abrí los ojos como platos. Yo si esperaba que me lo pidiera, pero no pensaba lo lo haría tan pronto.
— Yo si quiero mudarme contigo, pero me gusta mi trabajo.— Dije haciendo puchero. Si me gustaba mi trabajo, de echo me encantaban los niños y me sentía muy cómoda.
— Vamos, por favor.—Dijo e hizo puchero. Se veía tan adorable que no pude resistirme.
— Esta bien.— Dije y el me dio un beso que fue interrumpido por Kelsey la cual dejó caer su biberón. Alex se agachó un poco y lo alcanzó para dárselo a kelsey.
— Hoy dormiré aquí.— Dijo en y puso sus dos brazos detrás de su cabeza.
— Lo que tu quieras.— Dije divertida. Me encantaba verlo feliz. Con su sonrisa de niño y sus ojos brillosos.
— Ah, ¿Lo que yo quiera?— Preguntó y empezó a darme besos en el cuello.
— No, no, no señorito, eso no pasara hoy.— Dije seria.
— Lo que tu digas amor.— Dijo y me dio un besito.
(...)
Kelsey ta se había dormido. Yo me había quedado admirándola, seguía pareciendo un lindo ángel.
—¿ Ya te iras a dormir cariño?— Me preguntó Alex.
— Si.—
Caminamos en silencio hacia la habitación y cuando entramos nos acostamos en la cama en modo cucharita.
— Mañana quiero que visitemos a mi madre.— Dijo Alex.
— Sí, esta bien.—
— Buenas noches, bebé. —
— Buenas noches, osito.— Rei por el apodo que le había puesto un día que fui a su casa y lo encontré viendo "Ositos cariñositos" Reí como loca ese día.
—¿ Aun lo recuerdas?— Dijo en mi oreja.
—¿ Cómo olvidar eso? Reí a montones ese día. —
YOU ARE READING
Stay Strong
Romance"Después de todo lo que paso, me mantuve fuerte y eso es lo que importa"-Adriana Black