Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!

4. Limando asperezas

Cuando voy por el tercer trozo de pizza decido que es momento de prestar algo de atención a la conversación y no tanto a la pizza.

–Ya hemos llamado para que nos traigan los barriles– dice Dylan. Todos asienten. ¿Barriles? Muy bien Rose, ahora quedaras como una asocial por estar más atenta a la pizza que a la conversación. Carraspeo antes de preguntar.

– ¿Para qué necesitáis barriles?- pregunto y los chicos se ríen. Vale, ¿Qué he hecho?

–Hola de nuevo Rose.- dice Mike sonriendo.

–Esta noche hacemos una fiesta.- mi cara es de sorpresa y emoción.- Hablábamos de lo que necesitábamos comprar.

– ¿Os puedo ayudar en algo?- pregunto mientras me termino de comer la pizza.

–Nos vendría bien otro coche para cargar las cosas.- dice Shane.

–Contad conmigo– digo mientras me limpio las manos- ¿Cuándo nos vamos?- Bebo un poco de agua y alargo le brazo para coger otro trozo.

–Ahora– dice Josh.

Los chicos empiezan a recoger, veo como los platos empiezan a desaparecer. Dylan al percatarse de mi expresión me pregunta si sucede algo.

–Todavía hay pizza.- digo casi susurrando. Los chicos se vuelven a reír de mí, ¿Qué pasa, soy un payaso o qué? Suspiro y sin que me importe lo que piensen me cojo otro trozo de pizza y voy a mi habitación. Cuando estoy subiendo las escaleras oigo a los chicos hablar.

-¡Gracias señor por traernos a una mujer que come de verdad!- los chicos se ríen mientras gritan y yo sonrío como una tonta.

Entro en mi habitación y corro hacia el lavabo para lavarme los dientes. Cojo el bolso y sonrío mirándome en el espejo.

Bajo las escaleras y encuentro a todos los chicos en la entrada.

–Muy guapa.- dice Eddie y yo le sonrío. Me doy cuenta de que no falta ninguno, ni si quiera Ryan que no había bajado a comer.

– ¿Cuántos entran en el otro coche?- pregunto mientras salimos de casa.

-Tenemos un coche de 5 plazas. Antes no íbamos todos ya que no entrabamos, pero ahora podemos. Tardaremos menos en hacer las compras–dice Dylan. Nos montamos en mi coche y no es hasta que miro por el espejo interior que veo a Ryan en el asiento del medio. El me ve y me mira con cara molesta. Jayden y Dylan también están en mi coche, al parecer se organizan por pasillos. Le pido a Dylan que me guie aunque Josh vaya con su coche en cabeza.

-¿No tienes GPS?, deberías tenerlo si no conoces la ciudad.- me dice Dylan. Yo le digo que utilizo el GPS del móvil, que aunque no es tan bueno como uno de verdad, no he tenido ningún problema por ahora.

Continúo el camino siguiendo las instrucciones de Dylan hasta nuestro destino. Dylan me dice que aparque cerca de la puerta ya que aunque vayamos con carritos, estos van a ir muy cargados.

En el supermercado nos volvemos a dividir por pasillos. El pasillo 1, es decir el mío, íbamos a comprar el decorado de la fiesta. El pasillo 2 se encargaba de las bebidas y comida. Quedamos en la entrada en 2 horas.

Recorremos los pasillos hasta dar con las piñatas. Entre risas, intentamos buscar la más infantil y ridícula.

– ¡La he encontrado!- dice Mike señalando una piñata de Dora la exploradora.- ¿No habéis tenido nunca ganas de pegar a este diablo? Este es mi sueño hecho realidad - nos reímos y la metemos en el carro el cual conduzco yo.

Voy buscando los vasos para la bebida y cuando doy con ellos, Ryan los coge mientras me sonríe.

–Los vi primero- y se va dejándolos en el carro. Por lo menos no ha dicho nada desagradable.

Los chicos van por los pasillos casi corriendo mientras que yo me voy fijando en todo. Cuando paso al siguiente pasillo veo que ellos ya van uno más adelantados que yo. Miro los productos de este pasillo y hasta que algo me llame la atención.

–Chicos, ¿podéis venir? El carro pesa mucho.- Oigo como los chicos vienen mientras se ríen y hablan. Me pongo en el extremo del pasillo por donde van a parecer y les espero preparada.

En cuanto giran hacia mi pasillo, actúo.

¡PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

Aprieto el botón de la bocina haciendo que los chicos peguen un salto y empiecen a empujarse entre ellos terminando por caerse.

Mi risa se oye sobre sus respiraciones sobresaltadas. Me agarro la tripa por la risa mientras me sujeto al carro para no hacerles compañía a ellos en el suelo. De repente alguien me coge y me pone sobre su hombro. Doy un grito por la impresión y me sorprende ver que es Ryan quien me ha cogido. Empieza pensar lo peor, pero no podría estar más equivocada.

Antes de tirarme, Ryan me da un azote en el culo. No puedo protestar porque me encuentro sepultada por miles de bolas. ¡Me ha lanzado sobre una piscina de bolas! Cuando logro sacar la cabeza veo como Ryan se tira encima mío volviendo a sumergirme. Los demás chicos le imitan y siento que tengo un camión encima de mí.

– ¡Oh Dios! ¡Chicos! ¡No puedo respirar!- lloriqueo. El peso de sus músculos esta sobre mí. Intento aprovechar y tocar algún bíceps cuando se levantan, pero no lo consigo porque Ryan me coge de los brazos. Cuando se levantan todos se ríen, yo incluida.

–Nena, no esperes hacer una broma sin esperar una venganza.-me dice Ryan. No sé qué prefiero, si su borderia o que me mire con esa.

–No me llames así- le digo riendo mientras me ayuda a ponerme en pie.

–Siento haberme portado así contigo. He tenido una mierda de día, pero eso no es excusa. ¿Empezamos de nuevo? – me dice. Nunca he sido una persona a la que le guste el mal rollo. Todos podemos tener un mal día.

–Empezamos desde cero.- Me coge del brazo y tira hacia el haciendo que acabemos en un apretado abrazo. ¡Es roca pura!

–Awwwwwww- oigo de fondo por parte de los chicos- Venga niños, vamos a pagar que ya es tarde.- dice Mike

La cajera saca pecho y muestra una sonrisa de anuncio en cuanto los ve.

– ¿Queréis algo más? – dice toqueteándose el pelo. Mi cara debe ser un poema porque los chicos se empiezan a reír.

Llegamos al punto de encuentro y esperamos al otro grupo que todavía no ha llegado. Esperamos como diez minutos y de repente oímos una especie de gritos parecidos a los de tarzan.

Mike empieza a correr con el carro y se sube a él, parece un crio de diez años. Los demás van detrás de el con una bolsa de chuches en cada mano a paso tortuga. Decidimos quedarnos a tomar algo y luego ir a casa a montarlo todo.

Eddie me pide que le acompañe a una tienda de ropa para comprarse como él ha dicho, un "conjunto arrebatador".

Cargamos los coches y vamos hasta la casa donde ayudamos a llevar la compra al interior. Después nos despedimos de los chicos y Eddie y yo nos vamos de compras.

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15/10/20

Capitulo 4 revisado. Espero que los cambios no estén afectando mucho en la compresión de la historia.

 Que lo disfrutéis.

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Lo primero de todo GRACIAS, por todos aquellos que leéis la historia y la votáis, en serio, gracias

Capitulo nuevo, el próximo sera la fiesta ¿Queréis algo en especial? Compartir la historia y que la lean vuestros amigos 

Muchas gracias y hasta el próximo capitulo

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