2. La búsqueda comienza

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Antes de que podamos acercarnos y hablar, aparece mi madre y tira de mi padre hacia el comedor.

La cena está en la mesa y todo apunta a que el enfado de mi madre ha menguado así que puede que tengamos una cena tranquila.

Comemos el salmón que nos ha hecho el cocinero en silencio, hasta que mi padre entabla una conversación.

– ¿Qué tal el día Leah? - pregunta mi padre. Intenta evitar mi mirada todo lo posible.

–Divertido. -contesta Leah sonriendo. - ¿Y el tuyo? - Cuando mi padre va a contestar la risa de mi madre lo interrumpe. Todos los sentados en la mesa la miramos como si estuviese loca, ¿Y ahora qué?

–Seguro que tu padre también se lo ha pasado muy bien, ¿verdad, cariño? - dice riéndose otra vez. -La próxima vez dile a Martha que antes de irse recoja sus objetos personales. Ya sabes, las bragas, los pendientes, esas cosas que hacen que, si te las encuentras, tu mujer sospeche de una infidelidad. Aunque quien dice sospechar, dice saber. - Deja su servilleta en la mesa dando un sonoro golpe.

Alterno la mirada entre mis padres mirándolos asombrada. ¿Ella lo sabe? Me siento mal, pero que lo sepa me quita un peso de encima. Lo que no me imaginaba era lo siguiente.

– ¡Me prometiste que no la traerías a casa! - grita mi madre levantándose de la mesa y subiendo las escaleras. Mi padre nos mira a Leah y a mí y se pasa la mano por la cara.

–Lo siento chicas. - dice nuestro padre. - Será mejor que subáis a vuestras habitaciones. -Mi padre se levanta de la mesa, pero antes de salir oigo lo que dice en voz baja. - Esto se va a poner feo.

Mi hermana esta con los ojos abiertos y no pronuncia ni una palabra. Le hablo con voz suave y la subo a mi habitación.

Estas cosas son las que más me molestan. No puedes decir lo que has dicho delante de tu hija. Es una cría y ahora mismo está super confusa. Yo tampoco sé que decirle porque ni yo entiendo el tema. Iba a hablar con mi padre antes.

La solución a todo esto es muy sencilla, ya la tenía pensada desde hace un tiempo, solo que esperaba no tener que usarla.

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Han pasado dos semanas desde la interesante cena en la que se habló de la infidelidad de mi padre.

Mi hermana se fue al internado hace 5 cinco días y desde ese momento he ido descubriendo más y más secretos de este matrimonio.

Mi madre también le es infiel al parecer. Mi pregunta es ¿Por qué siguen juntos?

De acuerdo con mi plan, esa misma noche envié una solicitud académica a la Universidad de Washington. Tuve la suerte de enviarla antes de la última convocatoria y gracias a mis buenas notas me aceptaron para cursar el ultimo curso de derecho.

No me apetecía depender de nadie, así que busque una hermandad o un piso compartido. No tuve tan buena suerte como en lo anterior y los pisos que había estaban a más de media hora de distancia del campus. Luego encontré una fraternidad mixta. Esta tenía una serie de fotos de las habitaciones e instalaciones. Era enorme.

Les mandé un correo para saber si la habitación que anunciaban todavía estaba libre y cuando me contestaron no pude estar más contenta.

– ¿Así que mixta, ¿eh? - insinúa Claire por teléfono. - Se ve que algunas quieren vivir la experiencia universitaria de manera completa.

Ambas nos reímos por sus comentarios.

– ¿Es la envidia la que habla? - pregunto

–Puede... También es que te voy a echar de menos. - me dice y yo sonrío por inercia.

Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!Where stories live. Discover now