- Porque lo necesitas, creeme te ayudará y además, tienes la suerte de que yo conozco un psicólogo.

- Me da igual, no pienso ir.. Y ya sabes porque así que no te quejes.

- Exactamente porque tu último psicólogo va a terapia por tu culpa, es más motivo por el cual tienes que ir ¿Es que no lo entiendes?

- No, no, y no, no quiero.. - digo cruzándome de brazos y negando con la cabeza.

- ¿Hay algún otro motivo por el cuál no quieres ir?

- No...sólo no quiero ir.. - digo más tranquila pero triste.

- Ese "no" no suena muy seguro.. así que te lo pido por favor, cuentame, confía en mí, y yo también te diré cosas sobre mí si las deseas saber.

Me animo al escuchar lo que dijo - Si quiero saber cosas sobre ti - le confirmo rápidamente.

Me miraba divertido - Pues venga dime lo que quiero saber.

Suspiro - El último psicólogo al que fui no sólo hacía, o sigue haciendo terapia por mi culpa, sino que también me dijo "Quizás la vida no es para todos." Eso me deprimio más de lo que ya estaba, así que prometí no volver a ver a un psicólogo..

- Ese psicólogo no sabía lo que decía, pero estoy seguro de que mi amigo si podría ayudarte, si le das una oportunidad - dice convencido.

- Bueno..me..lo..pen..saré.. - tartamudeo.

- Bien, pensé que sería más difícil convencerte - sonríe.

- Que cruel eres...

- Yo también te quiero - dice con ironía, a la vez que me da un beso en la mejilla.

- Ahora te toca.

- Claro, preguntarme lo que quieres saber.

- Dijiste que eres un vampiro, pero desde que te conozco no te he visto beber sangre - le digo flojito al oído para que nadie más lo escuchará.

- Es lógico que si puedo mantener mis ganas de comerte entera en el sentido sexual, no me cuesta nada controlar mi apetito de sangre, además sólo tomó 3 veces a la semana.

- Aaah - intento ignorar que dijo que me comería entera - ¿Y quién te convirtió en vampiro?

- Como los vampiros no pueden tener hijos, me adoptaron los que ahora son mis padres. Y mi padre fue el que me convirtió en vampiro, supongo que para no sentirme diferente entre ellos.

- Entonces eres adoptado.. ¿Y qué les paso a tus otros padres?

- Uau ¿Tan pesado era yo también haciendo preguntas?

- No, tu eras todavía más pesado. Ahora contesta.

- Murieron en un accidente de coche.

- Bueno algún día tenían que morir ¿o no? - digo sinceramente.

- Sí, tienes razón. Te escuchaste un poco fría, pero de todas formas aprecio la sinceridad.

- Gracias, a que es mejor que te digan esto, antes que lo siento cuando en verdad ni lo sienten.

- Supongo, no sé, yo soy de las personas que dicen lo siento, pero sólo cuando en verdad lo siento por esa persona.

- Ah.. Bueno a ti te lo perdono. Bien, próxima pregunta ¿Te gustan mis piercings?

- Me encantan, te hacen ver como toda una rebelde - dice sonriente.

- Oh, gracias - sonrio - Mmm..haber que más te pregunto - piensa Sora, piensa.

Un día imprevistoWhere stories live. Discover now