Capítulo 40

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«Mierda» pensó Thomas.

- ¿Que quiere?

- No tiene por qué ser tan hostil.

- Ahórrese los modales, si se interpone en mi camino, le romperé la cara.

- No creo que vayas a hacerme daño.

- ¿Y por qué no? Después de lo que me ha hecho pasar, no se merece ninguna clase de respeto de mi parte.

- Tengo un arma secreta, y la voy a usar.

Eso asustó a Thomas, aquella mujer de por sí tenía un aire malévolo. Desde la oscuridad apareció un agente del DUP, pero con una armadura mucho más sofística de lo que Thomas había visto.

- Te voy a dar una oportunidad, -dijo Augutine- si derrotas a mi arma secreta, tú y todos los demás Bioterroristas se podrán ir y mientras no entren en la ciudad, no los molestaré. Pero si no lo haces, todos quedarán cautivos aquí dentro.

El rubio no podría permitir que todos terminarán encarcelados. Estaba decidido a hacerlo, cuando vio el interior de la armadura... Dylan.

- Ah, sí, -añadió- olvidaba mencionar ese pequeño detalle; y para más diversión, también tiene un intercomunicador conectado al tuyo.

Joder, hasta sobre eso sabía. El corazón de Sangster latía con fuerza, no era capaz de lastimar a Dyl, le prometió que no lo haría.

- Tommy -escuchó su voz por el aparato.

- No puedo hacerlo -susurró, consiente de que lo escuchaba.

- Tienes que hacerlo, porque yo no controlo esta cosa, Augutine sabe lo nuestro y por eso lo hace.

Esto no podía estar pasando, no era verdad, debe ser una maldita pesadilla; parecía que el punto era joderle la vida a más no poder, pero tenía que encontrar la forma.

La pelea comenzó, de las manos de la armadura salian rayos láser, y Thomas hacía lo posible por evadir los ataques y mantenía su distancia; pero eso era todo lo que hacía, no intentaba derrotar a Dylan.

- No quiero ejercer más presión, -dijo Augutine- pero también tengo a Jacobsquen.

Esta vieja lo tenía bien planeado, se sintió mierda, no logró superar a la directora del DUP.

Continuó evadiendo los golpes y lanzamientos, ya con lágrimas en los ojos.

- Por favor, te lo suplico, defiendete, Tommy.

- No puedo.

El resto, que estaba acorralado, veía con preocupación lo que sucedía. Delsin, Eugene y Fetch se encontraron, pero no lograban comprender lo que acontecía. Theo buscaba con desesperación a Jo, hasta que la encontró.

- ¿Estás bien? -preguntó Theo, al ver que la chica lloraba.

- No, -sollozó- no sé cómo sucedió... yo...

- ¿Qué sucede?

- Soy una Conductora...

Thomas simplemente no tenía el valor de hacerle algo a su amado, preferiría estar muerto, y si por él era, sería así; sin embargo, si se rinde capturarán al resto de sus amigos, eso tampoco lo puede permitir. Entonces se le ocurre una idea.

- ¡Augustine! Tengo una propuesta para ti.

- ¿Qué estás haciendo?

- Habla, -dijo la mujer- pero no te prometo nada.

- Te propongo -comenzó, mientras aún evadía los ataques- que a ellos los dejes salir y yo me quedo.

- ¡No lo hagas!

La directora Augutine soltó una risa.

- ¿De qué me serviría quedarme solo contigo si puedo quedarme con todos?

- Usted y yo sabemos que soy deferente a los otros, tendrá que hacerme estudios y lo que quiera, pero le facilitaría las cosas si lo hiciera voluntariamente. Así será más rápido, tendría una reserva grande de poder, incluso si quisiera podría intentar ir por los otros de nuevo y yo no podría detenerla.

La directora se quedó pensando. Thomas suplicaba que aceptara. Dylan pensaba en otra opción, en otra posibilidad en la que todos salieran, incluyendo al rubio; pero nada llegaba a su cabeza.

- De acuerdo, señor Sangster, acepto su propuesta.

La mujer presionó un botón y la armadura paró de atacar.

- ¡No! ¡Tommy, no lo hagas!

- Lo lamento, Dyl, pero prometí jamás herirte.

- ¡No! ¡No me hagas esto! ¡Por favor, Tommy! ¡Por favor!

- No vuelvan por mí. Adiós, Dylan O'Brien.

La comunicación se cortó, y ambos estaban seguros de que fue Augutine. Aquella mujer de aire frío sacó a Dylan del aparato, mientras que los agentes del DUP se llevaban a Thomas.

- ¡No! -gritaba el morocho, las lágrimas recorrían sus mejillas.

Empujaron a todos los Conductores fuera, y Dylan no dejaba de forcejear, mas no lograba traspasar el muro humano de guardias. Todos los amigos de Thomas estaban atónitos, el rubio se había ofrecido a pasar por las torturas que Delsin, Fetch y Eugene conocían bien; incluso los que no conocían a Sangster estaban sorprendidos, aquel extraño les había regalado su libertad.

Los sacaron del lugar, y frente a las narices de Dylan, cerraron las puertas de Curdun Cay.

Brodie no podía parar de llorar. Empezaron a ponerle unas esposas especiales para que no utilizara sus poderes, además de toda clase de cadenas. Poco a poco quedó en la oscuridad total dentro de la celda 60.

*-*

Chero Eaton SMHP

PD. Espero subir lo que sigue esta misma noche/madrugada.

PD2. Los amodoro.

PD3. Les mando un asdfghjklñ de corazón.

Mi brillo lo causas tú (Dylmas) |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora