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-Si presentas eso seguramente vas a reprobar- fueron las palabras de Ashary sacando de su concentración a Lyon que escribía su informe.

El chico alzó la mirada y hasta con un poco de impresión.

-¿Cómo demonios puedes saber lo que escribo si estás al frente mío?- gruñó con los dientes apretados.

Ashary alzó la ceja.

-No necesito leer lo que estás escribiendo. Nunca fuiste bueno en esta materia, nunca la aprobaste ni una sola vez. Dudo que la educación de aquí sea mejor que la de un tutor personal del palacio- dijo el rubio en voz baja, haciendo que la vena de la sien de Lyon palpitara.

-Sabes, no soy el mismo de antes. Soy el número uno de mi año, en resumen, soy el mejor. No tienes derecho a denigrarme-

Charles al lado de él podía sentir la tensión. Y si había algo que tenía que reconocer era que Ashary siempre había llevado tenso a Lyon, como si quisiera que el príncipe sacara lo mejor de él. Aunque siempre resultaba que Lyon perdía. Suspiró. Ellos dos solo se comprendían entre ellos y su extraña relación.

-Lo sé- Ashary respondió tranquilo- Sé todo sobre los alumnos de este año- tanto Charles como Lyon lo enfocaron y al momento el rubio cambió de tema como si por poco decía algo que no debía.

Pasaron unos segundos antes que Asha volviera a hablar.

-Puedes ser el mejor aquí, pero no es suficiente, debes ser el mejor del reino. Vas a ser el rey de todo este país. Y aun si tienes a un consejero al lado, a alguien que domine y te ayude en esos temas, tú debes tener el control y dar la última opinión. Eso evitará que te manipulen a su antojo, después de todo si ocurre algo malo a quien mirarán será a ti y no a los demás.

Hubo un silencio incómodo entre ellos.

-Es extraño escucharte decir eso cuando de tu familia es de donde salen los consejeros de la corona- esta vez fue Charles el que habló en este momento.

-En la corte no debes confiar ni en tu sombra- dijo Ashary con convicción con los ojos oscurecidos estirando la mano y agarrando el documento de Lyon para comenzar a leerlo.

Lyon estaba sin palabras. Siempre Asha había sido serio, pero esta versión delante de él era incluso más seria que antes... incluso con menos brillo. No, no menos brillo porque él destacaba más que antes, era como si...

-Reprobarás con esto- las palabras del chico lo hicieron reaccionar y antes que pudiera decir algo ya Ashary había tomado su pluma y estaba escribiendo sobre su documento sacando flechas y correcciones.

-Oye... ese es mi documento- murmuró Lyon pero Ashary como que no le hizo caso y siguió escribiendo.

Un codazo leve calló sobre su costilla. Era Charles que se acercó a él.

-Si no quieres el documento me lo das a mi después, Ashary siempre fue muy bueno en esta asignatura.

Lyon frunció el ceño.

-Cállate y ponte a trabajar que siempre eres el más lento.

***

Más de 20 minutos después Ashary detuvo su pluma en el último punto de lo escrito tras haber llenado no solo esa hoja sino otra más a su lado.

-¿Vas a seguir mirándome tan fijamente?- alzó levemente su mirada.

Fue entonces que Lyon se dio cuenta que incluso se había acomodado con la cabeza sobre su mano y que, aunque su objetivo era ir viendo lo que escribía Ashary su mirada había terminado sobre el rostro de este, de cómo el cabello rubio más largo de lo que nunca lo había llevado antes acariciaba sus mejillas, de sus cejas más afiladas que antes, incluso de cómo sus labios se movían ligeramente y su lengua los humedecía a cada rato.

Se golpeó mentalmente y desvió la mirada sin percatarse que tenía un ligero sonrojo en su mejilla.

-Estás haciendo un desastre de mi documento, claro que tengo que mirar- se justificó.

Ashary simplemente pestañeó de forma lenta. Tomo una leve respiración y giró los papeles hacia Lyon.

-Ahí tienes toda la explicación y estúdialas, estabas tomando malas decisiones desde el párrafo uno.

Lyon giró el rostro con el ceño fruncido.

-Yo no...- pero se cayó al ver los papeles donde estaba marcado cada elemento a modificar y su explicación, tan detallado que le dolió la cabeza. Porque tenía que reconocer una cosa, Ashary tiene una habilidad innata para la política que a él le resultaba complicada dominar.

-¿Charles, necesitas ayuda?- le preguntó cortésmente Ashary al otro presente en la mesa.

Este alzó las manos en son de paz.

-Gracias, pero la verdad, yo no estoy luchando por estar en el puesto número uno así que escribiré cualquier cosa.

Asha se quedó mirándolo por algunos segundos para después asentir.

-En ese caso me retiró.

-¿Qué?- Lyon alzó la vista de los documentos.

Ashary ya estaba recogiendo para irse. Se levantó ajustando la silla con elegancia. Fue entonces que Lyon entrecerró los ojos. Había un olor dulce que le llegó a la nariz y que le gustó, era suave, rico y que no lo sentía familiar.

-¿Asha, te pusiste perfume?

Ante aquello Ashary inclinó la cabeza.

-No uso perfume- respondió encontrando una expresión contrariada en el rostro de Lyon. – si me disculpan me voy ahora. Tengo otras cosas que hacer y ya terminé mi informe. Con permiso- y sin más se dio media vuelta para retirarse

-Se fue- dijo Charles inclinado a un lado mirando el cuerpo delgado hasta que desapareció por la entrada de la biblioteca- No te puedes quejar, te adelantaron un buen trabajo. Seguro que con eso serás el primero en la clase.

Lyon, tras leer todo lo escrito podía confirmar aquello. Estaba tan minuciosamente explicado todo aquello como si Ashary tuviera una experiencia de años en aquel campo.

-Si Asha se vuelve el consejero real oficial... - comenzó a murmurar cuando sacudió su cabeza. ¿Qué estaba pensando? Y luego llevó a su nariz las hojas de papel donde había rastros del leve aroma. Acaso la tinta esta aromatizada, porque le gustaría saber cuál era el proveedor.

Esa fragancia era de su gusto.

***

Sin embargo, y aunque Lyon había seguido todas las explicaciones y escrito un documento intachable, contra el pronóstico de Charles, incluso del mismo Lyon, este último resultó ser el segundo de la clase. El primero fue... Ashary.

Mi odioso duque omega ( trilogía corta Palacio de Cristal I)Where stories live. Discover now