46. Primera aparición II

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Anne podrá descansar en paz de una vez por todas.

El grupo de policías pudo identificar rápido su cuerpo, aunque tuvieron que trasladarlo a la morgue a la espera de una confirmación. Estos mismos, como siempre tan profesionales y atentos, no dudaron ni un minuto en asistirme. Incluso mi madre fue comprensiva cuando me llevaron en el móvil a mi domicilio, pese a su cara de bronca y pánico.

Al día siguiente, ya estamos en diciembre. Mes que comienzo desde la hora cero con insomnio. Sin embargo, tras lo ocurrido, puedo sentirme un tanto liberada por haberme sacado un peso de encima, pero la paz de su descanso no condice con la mía.

Desde temprano, los medios de información no dejan de hablar al respecto de Anne Brooks, una de las desaparecidas del pueblo, y de la chica que halló sus restos. Esa soy yo. Por ahora no me nombran, por suerte, aunque sí podría figurar en las noticias en un futuro si no soluciono esto y me convierto en la próxima víctima. Los periodistas no dejan de mencionar las circunstancias misteriosas que rodean todos estos casos, mientras que para mí no hay mucho enigma porque yo misma lo he vivido y sé un poco de qué se trata todo. Mi mente está encargándose de recordármelo a cada rato, es imposible no asociar esto con mi experiencia y lo que vengo leyendo desde hace mucho tiempo. Esto es: leyendas urbanas. ¿Cómo olvidar aquel comentario en internet que denunciaba un caso local de licantropía? ¿Cómo no pensar en aquella información no verificada, pero creíble para mí, que señalaba a Oregón como sede de un hecho documentado de cacería de hombres lobo?

No voy a dejar de creer que los mitos guardan cierta verdad detrás de su poesía, ni que los relatos modernos no son puros cuentos. No. Además, hay algo en todo esto que no termina de cerrarme: por qué mis visiones me muestran a Anne. ¿Habrá sido una bruja ella también? Estoy segura de eso, hay muchas coincidencias, y también pienso que la mataron para robarse algo de su poder. Ni siquiera su cuerpo estuvo siempre allí donde lo encontré, sino que al parecer fue arrojado en la zona de forma reciente, rodeado de cosas extrañas, como si se tratara de un ritual. Es evidente que algo en ella era especial. Tal vez ese sea el motivo por el cual a mí me persiguieron: mi sangre.

Tengo que mantener la cabeza fría, me propongo, pero el contexto tampoco me ayuda. El primer lunes de diciembre me trae de regreso a clases, pero se percibe una atmósfera fúnebre por todos estos acontecimientos. Siento mucho frío, pero por los nervios que tengo. El señor Conrad, a quien odiaba, pero ahora extraño, ya no está entre nosotros luego de su tragedia. En cambio, un reemplazo se nos ha presentado en clase: la señorita Bishop, una joven mujer, en apariencia excéntrica, con el cabello recogido, unas enormes gafas y vistiendo una formal camisa blanca y una larga falda oscura. Cambiar así de profesor me da mucha ansiedad, por el miedo a lo desconocido, pero con el correr de los minutos compruebo que es pacífica y algo indiferente con nosotros. Al menos no me regaña cuando no le presto atención.

Cuando suena el timbre y tenemos que salir, lo primero que hago es preguntarme qué habrá pasado con Blake. Creía que iba a llegar tarde, pero ahora veo que está ausente. Como tonta vuelvo a recorrer los pasillos para cerciorarme de esto y encuentro a Oliver. Nuestra relación se redujo a un "hola" ocasional. No obstante, al toparme con él, me doy cuenta de que está mirándome a los ojos y que tiene intenciones de acercarse.

—Oliver...

—Sí, Elle. Hola de nuevo. Yo... no quería molestarte, pero me enteré de lo tuyo, sabes.

—Oh... Me temo que la policía no respeta la privacidad...

—Oh, no, no. Mi padre no me dijo nada. Yo mismo fui quien se preocupó y averiguó eso. Además, solo podía tratarse de ti.

—¿Eso es un cumplido? —Me río.

—Lo es. Alguien inteligente y perseverante como tú, podría lograr esto.

Plenilunio: Luna del Lobo (Concluida)✔️ [+13]On viuen les histories. Descobreix ara