07

77 15 2
                                    


— VII: The End Of The Affair—

SE REMOVIÓ MIENTRAS ABRÍA SUS ojos encontrándose con la luz del sol molestando sus orbes

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

SE REMOVIÓ MIENTRAS ABRÍA SUS ojos encontrándose con la luz del sol molestando sus orbes. Se los talló mientras se daba la vuelta en aquella cómoda cama para encontrarse con la mirada azulada de Klaus sobre ella.

Sonrió al verlo sonreírle mientras volvía a cerrar sus ojos sintiendo la caricia que el vampiro le daba, recorriendo desde la forma de su nariz siguiendo cada línea de su rostro, sus labios, sus pómulos, sus cejas, sus ojos, su barbilla y mandíbula.

Alexa sonrió agarrando la mano del original para entrelazarla con la suya y llevarla debajo de la almohada. Vamos a dormir otro rato.

Ya son las once de la mañana, amor Klaus murmuró con voz ronca.

Alexa gimió despacio mientras volvía a entrar a esa fase del limbo del sueño. Con Klaus observándola con tanto amor que Kol Mikaelson se burlaba cada que podía de aquella mirada que existía entre ambos.

Claro, hasta que cansó a Klaus y le metió una daga en el pecho.

Debemos de levantarnos, amor le dio un pequeño beso en los labios, continuando con cada parte de su rostro, alabándola como se merecía aquella rubia que había sido su salvación. Debemos de desayunar antes de ir al pueblo.

Alexa gimió bajito mientras enredaba sus manos en el cuello del vampiro que se dejó llevar al pecho de su amada, le gustaba, pero ahora que la había convertido en vampiro le pesaba no escuchar el perfecto latido de su corazón.

Era uno de sus tantos castigos por haberla convertido en el monstruo depredador que eran.

Ahora que mencionas desayuno, tengo sed Alexa se enderezó mientras Klaus la observaba, si siendo una humana era lo mejor que sus ojos habían visto, ahora que era una vampira estaba encantado con la belleza que brotaba de sus poros.

Klaus soltó una pequeña risa, llevando uno de sus brazos detrás de su cabeza. Ahora yo tengo ganas de dormir.

Alexandra rodó sus ojos dándole un golpe en su abdomen descubierto antes de levantarse enredándose en la sábana blanca, tapando aquella desnudez que al vampiro le encantaba recorrer cada que tenía oportunidad.

Sigo sin entender porque te levantas con aquella sábana, no hay nada que no haya visto en nuestros casi cuatrocientos años juntos rodó sus orbes. Y Alexandra le aventó su ropa.

― Vamos, que tengo demasiada hambre.

El hombre rió dejando de lado sus ansias de volver a clavarse en ella, Alexa ya cambiada se subió encima de él con una sonrisa. ― Te amo ¿lo sabes? Siempre y para siempre.

The Great War || Klaus Mikaelson Where stories live. Discover now