༺ Capítulo LI ༻

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Despertar siendo abrazado y no casi aplastado por el gran cuerpo de su esposo, era algo que Jimin podría aceptar que sucediera de vez en cuando, después de todo, no es como si esos fuertes brazos tuvieran intención alguna de dejarle ir a cualquier lado, a juzgar por el firme agarre en él.

Y estando tan cerca del desnudo cuerpo de su tonto esposo, sintiendo casi directamente su calor, por supuesto que también fue consciente de aquella erección que seguía presionándose entre sus nalgas. Aunque a comparación de lo que sintió durante la noche, esta había perdido algo de dureza.

Observando los restos de un fuego ya apagado, la débil luz de la mañana se filtraba por entre los espacios de su ventana y el absoluto silencio reinaba en su casa.

Era una mañana un poco más frías que las anteriores, por lo que, en vez de levantarse tan pronto como despertó, como solía hacer siempre, el pelinegro doncel subió un más las mantas y pieles sobre sus cuerpos y luego se acurrucó más contra Yoongi, provocando que su trasero se empujara más en su miembro.

Aquel estímulo provocó que ese eje se endureciera más entre los glúteos de Jimin, lo que... Instintivamente, despertó un poco la curiosidad en el doncel, quien hasta llegar a Yoongi, nunca había estado tan cerca de otro hombre.

La idea de que fuera él quien provocara dicha reacción en un guerrero tan temible como Min Yoongi, era algo... Emocionante. Y el sentirlo directamente contra su cuerpo, excitante.

La intriga de cómo se sentiría tocar directamente ese duro eje, cada vez golpeaba más en el doncel. Por lo que poco a poco, agitó sus caderas de forma casual, deseando averiguar qué tan dura lograría ponerla.

Por supuesto que, con aquel arriesgado movimiento, el propio cuerpo del doncel comenzó a reaccionar de a poco, con un lento fuego recorriendo todo su interior hasta concentrarse en su miembro, el cual de a poco empezaba a alzarse.

No es que Jimin no supiera lo que estaba sucediendo con su cuerpo, podría nunca haber tenido relaciones o un amante, pero eso no significaba que fuera un ser puro e inocente. Solo que habiendo vivido el día a día en su antiguo clan, el doncel tuvo muchas más preocupaciones que el conocer su propio cuerpo y las reacciones de este.

"Pero ahora puedes" Dijo una vocecita en su mente.

El cuerpo del pelinegro doncel tembló suavemente en deseo, excitado.

Observando sobre su hombro, Jimin contempló a su tonto esposo seguir durmiendo. Volviendo la vista al frente, atrapó su labio inferior entre sus dientes y descendió lentamente una mano por su cuerpo.

Tirando de su camisa de lino más arriba, quitándola del camino. Los ojos del doncel se abrieron enormemente al sentir esa firme carne blanda presionarse directamente entre sus nalgas.

Solo por curiosidad, Jimin agitó sus caderas suavemente y un pequeño ruidito extraño y sin sentido escapó de sus labios sin aviso al sentirle deslizarse entre sus glúteos.

Presionando fuertemente sus labios, Jimin se quedó quieto y tomó una profunda respiración. Calmando un poco esa cosquilleante sensación en su estómago, el pelinegro doncel deslizó su mano hasta su propia erección y la rodeó.

Tal vez aún no había tocado directamente el eje de su tonto esposo, pero lo estaba sintiendo directamente contra él, y era por ello que podía decir que era más grande. Y el pensamiento de lo que se sentiría que ese miembro invadiendo su cuerpo, fue suficiente motivo para que Jimin comenzara a mover su mano en un constante movimiento de arriba a abajo.

Eso... Se sentía bien.

Demasiado bien.

Lo suficiente como para que más ruiditos extraños escaparan por los gruesos labios entreabiertos del doncel. Girando su cabeza, Jimin intentó callarlos presionando su rostro en la almohada.

༺ Wild Breeze ༻Where stories live. Discover now