XXXIX.- ¿El Regreso del Delta?

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Liam casi suelta un grito al escuchar a Genim y Dyzek. ¿Qué carajos había sido todo eso? Sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero no era su culpa que estuviera regresando de su entrenamiento en el bosque. ¿Por qué a él? Aunque no podía creer que su Alfa estaba vivo. ¡Eso era increíble! Peeeroooo tenía que respetar las decisiones del mayor. ¿Y si él jamás revela su verdadera identidad? ¿Y si tiene que cargar con ese silencio para siempre? ¿Cómo podía fingir sabiendo que su Alfa está a nada de él, cuándo tiene ese lazo que lleva anhelando por seis años?

— Me va a dar algo. ¿Los hombres lobo podemos morir de estrés o ansiedad? Ay Diosito, ¿por qué yo? ¿Qué mal he hecho? Ni siquiera lo hice con la intención de escuchar. ¿Por qué tengo tan mala suerte? — susurró Liam para sí mismo mientras daba vueltas por todo el lugar.

Se detuvo de manera abrupta al escuchar un leve risa. Él conocía ese sonido y ¡cómo lo había extrañado!

Se giró para ver a Nemed detrás de él con una brillante sonrisa.

— Ha pasado tiempo, cachorro. Aunque puedo ver que has crecido mucho.

Y Liam sintió como todo volvió a tener vida. No le importó nada y corrió a los brazos del castaño que aun mantenía sus ojos cubiertos.

Y Liam solo pudo reír y llorar y reír y llorar.

Manada. Mi Alfa. Aquí estás. Estás aquí. No me dejaste. ¡Estás vivo! Mi Alfa. Mi Alfa.

Y Mieczyslaw solo podía contestar:

Mi manada. Mi Beta. Mi dulce Cachorro. Aquí estoy. Jamás te dejé. Aquí estoy. Mi Beta. Mi Cachorro.

— Tenía tanto miedo. No sabía que hacer, me sentía tan perdido y solo. — restregó su cabeza contra el pecho del mayor.

— Lo siento. Jamás quise que te sintieras así.

Liam se separó un poco para ver a su Alfa a los "ojos".

— ¿No moriste?

— Si. Yo morí, cachorro. Mi corazón se detuvo por un tiempo.

— Pero entonces... ¿Cómo?

— El Nemeton y Selene me trajeron de nuevo, yo no estaba destinado a morir en ese momento, pero tenía que irme aunque no quisiera. Yo solo quería correr y estar a su lado, pero si hacia eso solo los pondría en peligro.

— ¿Querías regresar en todos estos años? ¿Nos extrañaste tanto como nosotros a ti?

— Por supuesto que los extrañe, cada día pensaba en ustedes. Siempre quise regresar a casa.

— No quieres decirles a los demás tu verdadera identidad por miedo, ¿verdad?

— Tal vez. Dyzek me conoce bastante, él y yo tenemos un lazo parecido al que tenemos tú y yo. — suspiro — ¿Seguirías queriéndome como tu Alfa si supieras que he asesinado a miles de personas?

— ¿Ellos eran malos? ¿Eran cazadores?

— Si. No me arrepiento de las personas que asesine.

— No me importa eso, sigues siendo mi Alfa. Tú eres mi Alfa. Sigues siendo Mieczyslaw, el Delta que me ofreció un hogar y me dio el cariño de un verdadero padre. Eso nunca cambiara. — tomó las manos del castaño y las colocó sobre sus mejillas — ¡Mira! No me manchas. La sangre en tus manos no tiene importancia y sé que los demás van a pensar lo mismo. — le dijo Liam con una gran sonrisa adornando su rostro.

Stiles vio con sorpresa a su Beta. Este chico de veintiún años parecía realmente un cachorro reuniéndose con su padre. No podía creer que al fin podía estar al lado de su familia.

— ¿De verdad merezco volver? ¿De verdad puedo estar de nuevo en sus vidas?

— ¡Claro que sí, Mica!

Y Stiles rio entre lágrimas.

¡Oh! Esa risa. Uf. Liam amaba esa risa, amaba a Stiles y lo había extrañado tanto. Al fin volvía a sentirse completo. Estaba en casa. ¡Su Alfa está en casa!

Stiles se calmó y se permitió alejar del rubio no sin antes dejar una suave caricia sobre su cabello.

— ¿Es verdad lo de la venda? — el castaño alzó una ceja — ¿Si te la quitas puedes correr peligro?

— No realmente, corro peligro si alguien ve uno de mis ojos. La verdad es un secreto que queríamos mantener Dyzek y yo.

— ¿Puedes quitártela?

El castaño llevó sus manos detrás de su cabeza y soltó el nudo de la venda, la dejó caer entre sus manos y cuando abrió sus ojos Liam lo miró maravillado. Ahí estaba su perfecto color whiskey del lado derecho, pero del lado izquierdo su ojos era de un color violeta.

— Es hermoso.

— Gracias. Esta es la marca de Selene, todos sabrían quien soy.

— Pero puedes dejar tu venda con nosotros. Tal vez en el pueblo tienes que ocultarlo, pero no aquí.

— Es verdad.

— ¿Por qué no hablabas?

— La voz siempre es un recuerdo, es una marca que no cambia y si nadie conocía mi voz nadie sabría quien soy.

— Tiene sentido.

Stiles rio levemente. Ah... Era tan bueno estar sin la venda.

— Me gusta tu cabello, esta muy largo y es suavecito. — le dijo el lobo mientras tomaba un mechón del mayor.

— Creo que voy a cortármelo un poco, me estorba al pelear.

— Que lastima, es muy bonito.

— Suenas como todo un cachorro.

— No puedo evitarlo.

Stiles suspiró. Sus hermanos ya debían de estar de vuelta en la mansión.

— ¿Vamos a casa? — le preguntó el castaño al menor.

Liam asintió feliz.

*

— ¿No vieron a Liam? Es que ya tardo demasiado en su entrenamiento. — dijo Theo nervioso al ver a los dos castaño entrar a la mansión.

— No. Pero tranquilo, de seguro no le pasó nada. — le dijo Dyzek con tranquilidad. Era más que obvio que él sabía que el cachorro se había reunido con su hermano.

— Si no regresa en quince minutos vamos por él. — le dijo Derek mientras colocaba su mano sobre el hombro de su primo.

— ¡Papá! ¡Pops! Ahí esta nuestro hermano Mica. — exclamó Edmond mientras miraba con la ventana.

— ¡Es verdad! Es igual de bonito que en las fotos. — dijo Henry en el mismo lugar que su hermano.

La manada miró a los pequeños con dolor.

— Cachorros, eso no es po... — Peter se quedó en shock al ver por la ventana.

— ¿Peter?

— No es verdad. — dijo Lydia abriendo la puerta de la mansión y saliendo de manera lenta.

Los demás la siguieron y se quedaron igual que los primeros. No se movían. Tenía que ser alguna clase de broma.

Derek lo supo.

El Hale sintió que todo paraba y él solo pudo correr hasta quedar frente al castaño. Estiró su mano de manera temblorosa y tocó la mejilla de la persona que estaba frente a él. Era cálido. Se escuchaba un corazón.

— Ha pasado tiempo, sourwolf.

Era él. El Delta Mieczyslaw Stilinski el Delta Alfa estaba vivo. 

Lobo StilinskiWhere stories live. Discover now