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Diamond se despertó con una resaca punzante, sintiendo como si un martillo golpeara su cabeza desde adentro. Parpadeó lentamente mientras intentaba hacer memoria de la noche anterior, recordando los excesos de alcohol y la intensidad de los momentos compartidos con Rate.

Con un suspiro resignado, se sentó en la cama, sintiendo la habitación dar vueltas a su alrededor. Se llevó una mano a la frente, tratando de calmar el dolor pulsante mientras se esforzaba por recordar todos los detalles de la noche anterior.

Después de unos minutos, se obligó a levantarse, sabiendo que necesitaba agua y algún tipo de alivio para su dolor de cabeza. Se dirigió tambaleante hacia la cocina, sintiendo cada paso como una hazaña monumental en su estado actual.

Llegó a la cocina y se dejó caer en una silla, sintiendo un alivio momentáneo al encontrar un vaso de agua esperándola en la mesa. Lo agarró con manos temblorosas y bebió lentamente, sintiendo cómo el líquido fresco calmaba su garganta reseca.

Después de un momento de descanso, decidió que necesitaba algo más sustancioso para ayudar a mitigar los efectos de la resaca. Abrió el refrigerador y encontró algunos alimentos que parecían apetitosos, a pesar de su estómago revuelto. Decidió hacerse un sándwich.

Mientras preparaba algo para comer, su mente comenzó a repasar los eventos de la noche anterior, recordando los momentos de diversión y alegría compartidos con Tate. A pesar del malestar físico que experimentaba en ese momento, una sonrisa tímida se formó en sus labios al recordar los momentos de complicidad y cercanía que habían compartido.

Con la promesa de un día más tranquilo por delante, Diamond se armó de valor para enfrentar las consecuencias de su noche de excesos, decidida a hacer lo mejor para recuperarse.

Después de devorar el sándwich con avidez, Diamond se dirigió a la sala y encendió la televisión, buscando su programa favorito para distraerse y relajarse un poco más. Se acomodó en el sofá y se sumergió en la trama de los episodios, dejando que la familiaridad de los personajes y las historias la envolvieran, proporcionándole un respiro bienvenido de su dolor de cabeza persistente.

Después de ver unos cuantos episodios, Diamond decidió que era hora de enfrentar el día y ponerse en marcha hacia su objetivo de abrir su propio bar. Se levantó con determinación y se dirigió a su habitación para arreglarse. Escogió cuidadosamente su atuendo, optando por algo cómodo pero a la moda, listo para la noche de exploración que le esperaba.

Una vez lista, salió de su apartamento con energía renovada, lista para sumergirse en el bullicio de la noche y buscar la inspiración que necesitaba para su futuro negocio. Con la mente llena de ideas y la determinación de hacerlas realidad, se encaminó hacia los bares de la ciudad, lista para absorber todo lo que pudiera y convertir sus sueños en realidad.

Mientras Diamond exploraba los bares en busca de inspiración para su propio negocio, se encontró con Tate en un bar sin darse cuenta de la verdadera identidad del propietario, Major Green, el hermano mayor de Tate y una figura poderosa en la mafia de los Green.

La sorpresa y el conflicto se reflejaron en los ojos de Diamond cuando reconoció a Tate entre la multitud. Antes de que pudiera reaccionar completamente, Major Green se acercó con una sonrisa siniestra, revelando su identidad como el príncipe de la mafia de los Green.

El encuentro se volvió tenso de inmediato, con Diamond atrapada en el medio de una situación peligrosa y potencialmente explosiva. Mientras intentaba procesar la revelación, se dio cuenta del peligro que representaba estar en el territorio de los Green, especialmente sin el conocimiento previo de quién era realmente el dueño del bar.

Con una mezcla de temor y determinación, Diamond se preparó para manejar la situación con cautela, consciente de que cualquier paso en falso podría tener consecuencias graves. Mientras tanto, Tate observaba con preocupación, consciente de los peligros que acechaban en las sombras de su mundo y deseando proteger a Diamond de cualquier daño que pudiera surgir.

—¿Qué hace una Lobita por aqui? ¿Te perdiste, Diamond? Sabes que no puedes estar aquí.

—L-lo siento no sabía que eras el dueño.

—Te perdono si me das un beso.

—Eres un idiota– dijo la chica.

Tate se acercó a la pareja y coloco una mano en la cintura de la chica protectoramente y ofreciendo su apoyo con su presencia firme y calmada. Su gesto protector no pasó desapercibido por Major Green, quien reconoció la presencia de Tate y su lealtad hacia Diamond.

—¿Hay algún problema hermano?— le pregunto a su hermano mayor. Este asintió

—No puede estar aquí

—Ya nos íbamos.— dijo Tate, Major lo tomo por el hombro.

—¿Qué haces? Sabes que no pueden estar juntos.

—Solo le enseñaré la salida.

—Está bien.

Tate guió a Diamond a la salida y se despidió de ella. Ella siguió su camino a diferentes bares de la zona tomando inspiración de estos para su propio bar.

Queen of diamonds Where stories live. Discover now