Violentometro [Hunter x Jake]

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Jake estaba sentado en posición fetal, sintiendo el agua de la regadera caer contra su cuerpo adolorido de tantas veces que se intentó "limpiar" de las marcas que le había dejado Hunter.

Después de que Jake se pudo recomponer del abuso sufrido, no ha parado de bañarse de manera excesiva, tallaba violentamente su cuerpo; simplemente no podía soportar lo sucio que se sentía.

Aunque haya pasado casi 4 días desde eso, no podía simplemente olvidar. Ya no podía vivir como una persona normal.

De hecho, ya lo había dejado de hacer.

Los sollozos seguían cada vez brotando más lágrimas, cosa que para Hunter, que estaba sentado en la cama, lo ponía más molesto. ¿No podía callarse? Le enojaba tener a alguien tan débil viviendo bajo el mismo techo.

Cerró los ojos con fuerza y aplastó el cigarrillo que tenía entre dedos, dejando caer las cenizas al piso antes de caminar hasta la entrada del cuarto de baño.

—¡Por el amor de Dios! ¡Cállate de una buena vez!— gritó el pelinegro, dándole un golpe a la puerta del baño, así retirándose del lugar y muy probablemente otra vez irse por horas de la casa sin decir a dónde.

El chico solo gimoteó y mordió su dedo pulgar como forma de apaciguar sus ganas de seguir llorando.

Hunter ya ni intentaba sonar lindo o cariñoso con Jake, ya había echado la red, ahora no podía simplemente ocultarla.

Jake levantó su vista de sus rodillas, su vista recayó rápidamente en sus brazos y parte de sus piernas, no solo permanecían las marcas causadas por Hunter, sino unas nuevas que fueron gracias a las propias uñas de Jake.

—¿Qué está pasando conmigo?— masculló con la voz rota.

—Yo no soy así... y-yo no soy así— repitió nuevamente, viendo cómo sus manos temblaban.

No quería salir, quería morirse ahí mismo si fuera posible.

Él pobre estaba demasiado roto.

(...)

—¡Riya!— Connor alzó la voz algo nervioso mientras buscaba entre los cajones de su oficina.

—¡Ay, Connor! No hay necesidad de gritar— refunfuñó, rodando los ojos.

El mayor suspiró ante la respuesta de la actriz y la miró seriamente, separándose del lugar donde rebuscaba como diciéndole a la mujer que se acercara.

Riya lo captó a la primera y caminó de brazos cruzados para mirar lo que tanto preocupaba a Connor.

—Ves que sí hay necesidad— habló el canoso, pasando su mano por su rostro.

Riya abrió los ojos como platos al darse cuenta a lo que se refería —¿Q-quién pudo agarrarlo?— tartamudeó alejándose.

—¡Agh! ¿Quién más?— dijo Connor de forma obvia.

La actriz pasó su mano por su nuca con angustia.

—Esto ya es serio— manifestó el hombre, cerrando el cajón —Hunter está mal, demasiado mal. ¿Para qué quiere un arma? ¿¡Para qué la quiere?!— la preocupación y la ansiedad se estaban apoderando de Connor.

Riya estaba congelada en el mismo lugar en el que se quedó, no podía creerlo.

—¿Qué debemos hacer?— habló la mujer, saliendo de su zona.

Connor suspiró —Denunciarlo, esto es robo y algo más que él planea, no pienso quedarme de brazos cruzados así como si nada— finalizó para luego salir de la habitación dejando a su esposa sin palabras.