Violentometro [Hunter x Jake]

ᶜᵃʳⁱᶜⁱᵃˢ ᵃᵍʳᵉˢⁱᵛᵃˢ

El sonido del transito matutino de la ciudad hizo que Jake se despertara soltando un largo quejido a la par que se estiraba para recomponer su cuerpo.

Su vista recorrió toda la habitación de manera minuciosa.

Miro la ropa que termino en el suelo la noche anterior, de ahí vio a su lado donde se encontraba  Hunter que estaba en paños menores totalmente dormido y finalmente el balcón del dormitorio que daba pase a los tonos anaranjados del nuevo amanecer.

Dio un largo bostezo para luego levantarse de la cama e ir al baño a alistarse para un nuevo día y retomar una vez más el trabajo.

Pero antes de poder si quiera caminar hasta el baño sintió una mirada penetrante mirándolo.

Volteo para ver como Hunter lo miraba fijamente con una sonrisa.

—Bueno días cariño— Dijo con una sonrisa resplandeciente como la de un niño al ver un juguete nuevo.

Esto hizo que el corazón de Jake diera un vuelco y le sonrió de vuelta.

—Buenos días Hunt—

Ese Hunter del que se había enamorado aun seguía ahí.

(....)

—Álo?— Hablo una fémina del otro lado del telefono.

El de cicatrices tomo un respiro hondo y exhalo.

—Hola Ellie— Dijo con cierta melancolía en su voz.

—Oh! Tom ¿Qué paso? Te escucho decaído— Dijo la chica.

—No sé como decirlo— Vaciló.

—¿Es sobre Jake?— Respondió  la contraria.

—Si, verás. Todo estos días he intentado comunicarme con él sin obtener respuesta alguna, hace unos días fui a su casa y llamé a la puerta varias veces pero nadie abrió.— Explicó mientras hacia señas con sus manos.

—Y-y no quiero sonar mal ni nada pero creo que Hunter tiene algo que ver en esto— Agregó con un tartamudeo nervioso.

Hubo un silencio en ambas partes.

—Es lo más probable que si sea, James me contó que Jake lo había bloqueado— Confesó la pelirroja.

—¿Qué? ¿Por qué?— Dijo Tom casi como si le estuviera reclamando una explicación a la chica.

—No lo sé Sherlock, ni James sabe el porque lo bloqueó— Manifestó Ellie con una voz claramente cansada.

—A mi tampoco me responde, estoy igual que preocupada que tú— Finalizo.

—Esto es frustrante— Musito el policía antes de colgar la llamada y recostarse en su asiento tapándose la cara con los brazos.

(...)

Jake se encontraba sentando en la cama mientras se aseguraba su abrigo.

Él sonido del televisor junto al sonido del agua cayendo de la ducha inundaba toda la habitación.

Por la tele pasaba un noticiero nada relevante para el peliazul, así que siguió cambiando y cambiando los canales intentando encontrar algo para distraerse mientras esperaba que el pelinegro saliera de bañarse.

Mientras seguía buscando algo noto que Hunter ya había salido de bañarse.

El ojiazul solo tenía una toalla que rodeaba su cintura dejando a vista su cuerpo marcado.

Jake desvió la vista para admirar a su esposo.

Su abdomen marcado, sus musculados brazos, esos hombros anchos que estaban repletos de hematomas producto de la noche de ayer. Era perfecto. Un Dios griego.