. . . ❪ 𝗲𝗻𝗱 𝗴𝗮𝗺𝗲 ❫
Apolo, dios del sol, la música, la medicina,
la verdad y las profecías, un dios representante de la belleza masculina y el arte, cualquier
persona, criatura o dios caería ante sus pies.
Claro, todos m...
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century xxi, 2007 OLIMPO, USA
—Yo puedo ir —Judith levantó su mano —. Conozco el plan... creo.
La nueva sierva de Afrodita se encogió en su lugar al recibir la mirada de los cinco dioses que se giraron a verla. Judith se removió incómoda pero se puso derecha y mostró valentía en sus iris violetas. La rubia suspiró.
—Luke ha estado planeando todo desde hace mucho —Susurró —. Y el Laberinto de Dédalo siempre ha sido su mayor orgullo. En el caso de que encontrara la puerta, claro.
—Había estado obsesionado con la idea de aprender a controlarlo —Peter sumó —, sólo que todos sabemos que es un ente maligno con vida propia... en varias ocasiones intentó buscar a el señor Soleil —El hijo de Apolo le dedicó una mirada a Castalia —. Ya que es un hombre joven con vista lúcida.
—Nunca se lo permití —Aclaró Judith.
Estaban todos en el templo de Castalia. Luego de que esta y Poseidón hubieran llegado al Olimpo, Apolo los recibió con la noticia que el único hijo semidiós del dios de los mares, se había embarcado en una misión al Laberinto de Dédalo, aún peor, había encontrado una de las puertas en el mismo campamento mestizo.
Ambos mestizos, Peter y Judith, que por su seguridad se convirtieron siervos de Afrodita y Apolo, fueron convocados a una pequeña reunión en la que estaban presentes Apolo, Poseidón, Afrodita, Eros y la anfitriona, Castalia.
Si se preguntan, Apolo fue todo un caballero, es más, fue él el que llegó con la información; pero fue incómoda la situación, mas cuando todos tuvieron que sentarse en la mesa. Castalia se sentó en su trono en la punta, a su derecha Apolo y a su izquierda, frente al dios del sol, Poseidón, al lado del dios del mar, Eros y frente a Eros estaba su madre, Afrodita. Luego Judith y Peter se sentaron en la otra punta, juntos.
