''Recuerdo a los ocho años cuando al fin logré escalar la pared más alta, después de tantos intentos lo había logrado.
Estando en la cima, el sentimiento de felicidad fue tan grande y gratificante que olvidé por completo dónde estaba y me solté de una mano para alzar mi puño en el aire en forma de triunfo.
La celebración duró poco ya que mi otra mano resbaló y como era la única que me sujetaba caí al suelo y me rompí la pierna de tajo.
Mi grito fue tal que los dueños de los Serpens, mis entonces adorados padres, entraron corriendo a ver qué es lo que pasaba. Ese día estaban reunidos con los dueños de otra mafia aliada.
Entraron todos a ver qué es lo que pasaba, por qué tanto grito. Cuando me vieron en el suelo gritando con la pierna rota se relajaron.
— Ah, es Skylar, se ha roto la pierna escalando. — dijo mi papi restándole importancia.
— Debe de haber subido hasta el final, esa pierna no se habría podido romper de otra altura. — mi otro papi recalcó y mis tres papis rieron al unisono.
— Bien Skylar, buena chica, la próxima vez presta más atención, si te vuelves a romper la pierna te romperé la otra a cambio. ¿De acuerdo? — mi papi parecía ahora enfurecido.
— D dde de acuerdo papí. — logré pronunciar aquellas palabras y volví a gritar de dolor.
— Vámonos, sigamos con esta conversación en el despacho. — mis papis se dieron la vuelta pero los dueños de la mafia aliada preguntaron despavoridos.
— ¿Es una niña pequeña, no la vais a ayudar con esa pierna?
— No. Tiene que aprender. La próxima vez irá con más cuidado. — pronunció aquello uno de mis papis fríamente.
— ¿Y la vais a dejar sufriendo hasta que acabemos la reunión? — preguntó los dueños de la otra mafia.
— El tiempo que haga falta, su entrenamiento es muy estricto. — atajó mi otro papi.
— ¿Pero no os vendría mejor un barón para eso? Con un niño el proceso de instrucción sería más veloz.
— Oh no, ella es nuestra joya de la corona, es nuestro factor sorpresa. ¡Una niña! ¿Quién se esperaría algo así de una niña hermosa? Y cuando se convierta en una mujer, será la perdición de todo aquel que la vea.
— Los manejará a su merced y los podrá rematar en cualquier ocasión cuando se le plazca. Podrá infiltrarse, robar el tesoro más bien guardado, vender y extorsionar a su agrado. —sus ojos brillaron con anhelo de poder.
— Es nuestro diamante en bruto. ¿Cómo se forman los diamantes? A presión. Primero hay que instruirla, luego ponerle mucha presión, luego la puliremos de la manera más precisa y se convertirá en un diamante, hermoso y letal, indestructible.
— Todos querrán tenerlo, pero será único en el mundo. Todo aquel que tenga inteligencia pagaría y haría cualquier cosa por el. Esto nos otorga una gran diferenciación del resto, esto nos mantendrá al mando. Un arma biológica. —una sonrisa victoriosa pintó su rostro.
— ¿Y si sale mal? Nunca se había hecho algo así con una niña. Nuestro niño apenas puede soportar los entrenamientos y es apenas dos años mayor que ella. — dijo el hombre de la mafia aliada. En ese momento vi una melena revuelta asomarse de detrás de los hombres, el niño miraba en mi dirección con el ceño fruncido y el semblante duro. Era un niño hermoso.
— Pues entrénalo más duro. Y si sale mal lo único que puede suceder es que ella muera o pensarla en auto inmolarse y acabaría ella misma con su vida, no corremos peligro de ser descubiertos. —habló con insignificancia.
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OSADÍA
Mystery / ThrillerNo hay nada más fuerte que el deseo ardiente de la venganza. Del poder. Daría cualquier cosa por alcanzar mi objetivo. Haría cualquier cosa por acabar con ellos. ¿Pero y si resulta que hay un fuego más ardiente, fuerte y poderoso que la venganza? ¿...