Skinny Jeans ➳ Justin Bieber

Capítulo tres.

❝PIÑA COLADA VIRGEN❞

CASSIE HILL

— Una gran elección para alguien que no le gusta el alcohol— me dijo Justin para segundos después reírse, su sonrisa era hermosa— mejor te hubieras pedido agua mineral ¿No crees?, ya sabes para no pasar tanta vergüenza.

Mire hacia donde estaba Miley y le pedí ayuda con la mirada, pero ella solo se quedó callada, mirando como tenía la conversación más incomoda de mi vida con el chico de mis sueños. Creo que esperaba a que entable una conversación normal con el, pero eso no iba a ser así.

— En realidad... yo... yo no... no tomo alcohol— hable un susurros— No me gusta el... el sabor amargo que deja en mi boca— él asintió con la cabeza y luego le dirigió la mirada al barman el cual nos miraba con una media sonrisa.

— Dos cosmopolitan por favor— pidió Justin mientras se cruzaba de brazos.

El barman asintió y segundos después se retiró para preparar las bebidas.

— Tu eres Miley ¿Cierto?— Justin le pregunto a mi amiga, ella asintió y se recostó sobre la mesa en donde ponían las bebidas, ¿Como es que Justin conocía a Miley?— te vi conversando con mi amigo Chaz la noche pasada.

— Si soy yo.—sonrió sin mostrar los dientes— no sabía que Chaz y tú eran amigos. Chaz nunca lo menciono.— dijo Miley sorprendía, al igual que yo.

— Pues si— asintió con la cabeza— desde la infancia en realidad.— Miley asintió con la cabeza y mi cuerpo se tensó cuando Justin volvió a dirigir su mirada hacia mí— ¿Y tú? ¿Como te llamas?—me pregunto levantando una ceja.

— Me... me llamó Cassie... Cassie Hill. Voy a tu universidad, estamos en dos clases juntos, de hecho tú te sientas al frente mío, creo que nunca notaste que yo estaba atrás, pero que más da, nadie nota mi presencia en esa universidad en realidad.— le dije e inmediatamente me arrepentí, eso había sonado tan patético.

— Un gustó... Cassie— me dijo mientras me miraba con el ceño fruncido. Probablemente se esté preguntando porque era tan patética o tal vez solo este queriendo alejarse de mí.

— Igualmente Justin.— le dije y mire para otro lado, quería salir de ese lugar, esto era muy vergonzoso, ¿Porque tenía que ser tan patética?

— ¿Sabes mi nombre?— preguntó divertido y sentí como mis mejillas se empezaban a calentar. Me quede callada sin saber que decirle y grite aliviada interiormente al ver que el barman se acercaba con las bebidas.

— Acá están los dos Cosmopolitan, la piña colada virgen y el Vodka— dijo el barman poniendo las bebidas en la barra, ¿Como había hecho para agarrar las cuatro bebidas en solo dos manos? A mi se me hubieran caído, claro, con lo torpe que era. En ese momento agradecí mentalmente al barman ya que eso significaba que Justin ya se iría.

— Gracias hermano.— Justin saco su billetera— Yo invito chicas, no se preocupen— nos miró de reojo a las dos sacando un billete de cincuenta y dándosela al barman.— Quédate con el cambio.— le indicó y el barman asintió sonriente— Bueno bellezas me tengo que ir, un gusto haberlas conocido.— sonrío y segundos después se fue hacia un grupo de chicos que están bastante borrachos.

Vi como Justin les contaba algo y como todos los del grupo se reían, me estremecí un poco y mire hacia el piso. ¿Acaso Justin les habrá contado sobre la piña colada sin alcohol? Probablemente si, y por eso estén riendo a carcajadas.

— ¡Bien hecho Cassie!— me felicito Miley y yo gire la cabeza para mirarla con el ceño fruncido, ¿Porque carajos Miley me felicitaba? ¿Por haberme comportando como una completa idiota?— ¿Porque no estás feliz? No te das cuenta de lo que hiciste amiga, le hablaste a Justin Bieber, ¡Le hablaste al chico del cual llevas enamorada dos años!— chilló— es un gran avance para ti Cassie, deberías de estar feliz.

Al pensarlo mejor una sonrisa se fue formando poco a poco en mi rostro, era verdad. Una especie de felicidad empezó a crecer en mi interior y fue ahí donde me propuse algo. Prepárate Justin porque hoy he decidido que voy a luchar por aquellas cosas que me hacen feliz, así que prepárate porque voy por ti.

Busque con mi mirada a Justin y me sorprendí al ver que él me estaba viendo con una media sonrisa, mi corazón empezó a latir rápidamente y avergonzada quite mi mirada de la suya para mirar al piso.