Capítulo 5.- Carpe Noctem

Start from the beginning
                                    

—Buenos días, Harry. No me malentiendas pero ¿Qué haces aquí? —.

Harry se ruborizo y empezó a contar su "historia" sobre como discutió con su tía por lo que dijo Dean en el festival. Luego él entro en cólera y abofeteo a su tía. Su tía lo encerró en su habitación y él enloqueció, pensando en cómo había ido demasiado lejos y que debía irse antes de hacer algo peor. Al final, mientras huía, pensó en que primero debía confesarse y llegó con el padre Severus que estaba aún despierto. El Padre lo escuchó, le hizo la confesión y al final lo convenció de pensar bien las cosas y le ofreció un lugar donde dormir, ya que la tormenta estaba muy fuerte.

—Fue una suerte de que no me cayera un rayo. Cuando el Padre Severus me ofreció su habitación para dormir, cayó un rayo bastante cerca de aquí. Pensé que si hubiera huido como había querido, quizás ese rayo me hubiera caído a mi—Albus pensó en que su joven pupilo había actuado muy bien. Lo mejor para los jóvenes era darles tiempo y hacerles sentir seguros.

—Si, creo que fue providencial mi querido muchacho. Bueno, te dejo que termines... ¿El desayuno? —Harry asintió—Gracias mi muchacho. Mis huevos me gustan con la yema a medio cocinar. Iré a buscar a Severus, quizás necesite que le echen una mano—Dijo Albus, levantándose de la mesa y guiñándole un ojo al chico, que rió ante la exuberancia del anciano.

Albus encontró a su joven pupilo programando la lavadora/secadora mientras llevaba una bolsa de gimnasio muy sucia de lodo hacia el lavadero de piedra. Lleno el lavadero tapando la salida de agua y sumergió la bolsa hasta que se mantuvo abajo, luego le roció jabón en polvo y algo del líquido que usaban al trapear la iglesia. Severus sostenía que ayudaba a limpiar la ropa. Era una de las pocas cosas que recordaba le enseño su padre.

En cuanto acabó la tarea, dejando la bolsa remojarse, Severus se encontró con la mirada de su mentor. Él ya estaba acostumbrado a sus estrafalarias pijamas—Albus, supongo que te encontraste con nuestro inesperado invitado—.

—Así es. Y déjame decirte mi muchacho, que resolviste este problema de manera maravillosa—Severus bajo la mirada un poco—¿Sucede algo mi muchacho? —.

—No puedo decirte lo que me dijo el joven Potter durante su confesión pero, digamos que su tía tienen mucho de culpa en la forma en que reacciona el joven. Si pudiera convencer a su tía de que lo deje unos días con nosotros, estoy seguro de que el joven sería más abierto a contarnos su situación de vida—.

—¿Crees que el joven peligra? —Severus suspiro mientras se pasaba la mano por la cara en exasperación. En esto no estaba mintiendo. Sabía que Harry aun ocultaba muchas cosas sobre su vida con los Dursley y por lo poco que había contado Harry sobre ellos, era más bien Petunia la del problema. Sin ella, era probable que su tío y su primo habrían actuado diferente. Quizás no fueran amigos o parientes cercanos, pero al menos hubieran tenido una relación cordial.

—No, no peligra su cuerpo, sino su alma. Creo que la relación entre parientes esta torcida de alguna manera. No como mi padre que me despreciaba o como tu hermano que te guardaba rencor. Creo que la tía está tomando revancha con Harry por algo que hizo su madre. Sin embargo, es solo mi sospecha. El joven Potter ha sido muy cauteloso sobre lo que dice y ayer fue solo un exabrupto por el shock que le supuso haber llegado a lo físico contra la mujer—.

Albus pensó en esto y estaba de acuerdo con Severus. Lo que le convenía al joven en estos momentos era estar en un lugar tranquilo donde hubiera gente que lo escuchara pero lo dejara también llegar a sus propias conclusiones. Si regresaba con su tía en ese estado mental alterado, podía ser contraproducente para ambas partes. Lo mejor es que estuvieran lejos uno del otro hasta estar más tranquilos.

—Creo que tienes razón. Es mejor si Harry se queda aquí un rato—Luego Albus pensó que Severus era la persona ideal para guiar al pobre chico—Preferiría que dedicaras un poco de tiempo a nuestra ovejita descarriada este día mi muchacho. Puedo hacerme cargo de los servicios de hoy. Son solo 3 y que es más importante tranquilizar a un alma en conflicto que dar una misa—.

Sanctus/BenedictusWhere stories live. Discover now