Sanctus/Benedictus

Capítulo 5.- Carpe Noctem

Severus, al contrario de su mentor, había conservado la costumbre de levantarse antes del amanecer. Albus sostenía que no era de Dios levantarse antes que la aurora. Severus sostenía que era de Dios madrugar y empezar antes el trabajo del señor. Ambos estuvieron de acuerdo en no estar de acuerdo, así, Severus se levantaba antes que Albus y empezaba a hacer las cosas para los servicios, el desayuno y poner algo de ropa a lavar para no tener que dedicarse todo un día a hacer esa tarea.

Esta vez esa costumbre suya iba a ayudarles mucho. Severus despertó a Harry quien no perdió el tiempo para besarlo de nueva cuenta. Severus aceptó la caricia pero la detuvo antes de que subiera de tono. Insto a Harry a bañarse, diciéndole que cuando acabara, se pusiera la pijama que le había dejado en la cama.

Mientras su joven amante se limpiaba, incluyendo una parte muy íntima y ahora llena de su semilla (El pensamiento le agradaba a Severus, si Harry hubiera sido mujer, seguro ya estaría encinta con su primer hijo), Severus se vistió rápido con una pijama y llevó algunas mantas y una de sus almohadas al banco largo de la iglesia más cercano a la entrada que conectaba el edificio a la casa parroquial. La idea de Severus era hacer como que el joven se quedó solo en su habitación y Severus durmió en uno de los bancos.

Cuando regresó a su habitación, Harry ya estaba cambiado y secándose el cabello con una toalla. Severus entro a darse un baño rápido y se puso rápidamente otro conjunto de ropa secular. Todo parecía en orden y le dijo a Harry que pondría a lavar la ropa de la bolsa de lona. Por más que fueran "impermeables", el agua siempre se filtraba por las costuras en ese tipo de maletas de gimnasio. Harry pensó que eso era una estafa pero Severus le dijo que eso ayudaría con su historia de por qué Harry estaba vistiendo una de sus pijamas.

Severus le dijo a Harry que cocinara un desayuno sencillo para 3, Albus debería estar despertando en breve y necesitaban afianzar una historia. Harry tenía una idea. Le contó a Severus lo que había pasado con su tía y Severus pensó que era idónea, aunque estaba enojado en nombre de Harry por lo perra que se había portado Petunia.

La historia es que Harry entró en pánico luego de haber abofeteado a su tía y que su primer impulso fue llegar a la iglesia, confesarse y luego huir a Londres. Severus le dio la absolución luego de su confesión y logro convencerlo de no huir, pero la tormenta estaba demasiado fuerte y le dio su habitación mientras él durmió en el banco de la iglesia.

Si Albus lo veía metiendo ropa mojada en la lavadora/secadora, la historia adquiriría validez y más cuando viera que estaba recogiendo su improvisada cama luego de poner la ropa a lavar. Ya le había dejado a Harry su conjunto de ropa con el que llegó, de forma que cuando empezaran el servicio, Harry de todos modos tendría la opción de usar su ropa si él quería.

Severus le dijo que hablarían sobre su relación y como conservarla, o si deberían irse juntos pero primero debían hablar y llegar a acuerdos. Para eso necesitaban que su tía viniera a buscarlo y luego convencerla de que le haría bien a Harry estar unos días con ellos en la iglesia. Su tía lo vería como una oportunidad de enderezarlo y a ellos dos les daría un tiempo prudencial para decidir sus siguientes pasos.

Harry estuvo de acuerdo y usando unas pantuflas bastante grandes para él, se dejó guiar por Severus a la cocina de la casa mientras él iba a la lavandería para poner la ropa de la bolsa a lavar. Tal como dijo Severus, Albus Dumbledore entro con una pijama que solo usaría un niño, si dicho niño midiera un metro con 80 centímetros. La pijama tenía unos dibujos de cebras y leones felices que desentonaban con el anciano de barba blanca, hasta que veías sus ojos traviesos.

Albus primero pensó que estaba viendo mal, hasta que se frotó los ojos y notó que el joven Harry seguía ahí, con una pijama de su joven compañero de armas. ¿Qué había sucedido mientras dormía?